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Siguiendo el ejemplo de María, caminemos con esperanza

En la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, el Papa rezó la oración mariana del ÁԲܲ desde Castel Gandolfo, donde permanecerá hasta el próximo martes 19 de agosto. La Madre de Jesús, que «brilla como icono de esperanza para sus hijos peregrinos en la historia», es un «misterio de amor y, por tanto, de libertad. Así como Jesús dijo ‘sí’, María también dijo ‘sí’, creyendo en la palabra del Señor. Y toda su vida fue una peregrinación de esperanza»

Andressa Collet - Vatican News

“¡Queridos hermanos y hermanas, feliz fiesta!”

El Papa León XIV tras celebrar la misa en la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María en Castel Gandolfo, localidad cercana a Roma, donde permanecerá en su segundo período de descanso hasta el próximo martes 19 de agosto, concretamente en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Villanueva, luego rezó el con los fieles peregrinos que se dieron cita en la Plaza de la Libertad.

 

En su reflexión antes de rezar la oración mariana, el Pontífice aludió a la figura de María, "fuente viva de esperanza", en versos de Dante Alighieri (1265-1321), el mayor poeta de la lengua italiana; y a través de los Padres del Concilio Vaticano II, quienes "dejaron un texto maravilloso sobre la Virgen María".

Al final del documento sobre la Iglesia, el Concilio se refiere a la Madre de Jesús como "imagen e inicio de la Iglesia", que "brilla como signo de segura esperanza y consuelo para el Pueblo de Dios peregrino".

Una verdad de nuestra fe, dijo León XIV, que "está en perfecta sintonía con el lema del Jubileo que vivimos: 'Peregrinos de la Esperanza'". Esto se debe a que "el peregrino necesita una meta que guíe su camino", una que "siempre reavive el deseo y la esperanza en su corazón": "Esta meta es Dios, Amor infinito y eterno, plenitud de vida, paz, alegría y todo bien", recordó el Papa a los fieles reunidos en la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo.

"María, a quien Cristo resucitado llevó consigo en cuerpo y alma a la gloria, resplandece como un icono de esperanza para sus hijos peregrinos en la historia". Es un único misterio de amor y, por tanto, de libertad. Así como Jesús dijo ‘sí’, también María lo dijo, creyendo en la palabra del Señor”.

“Y toda su vida ha sido una peregrinación de esperanza junto al Hijo de Dios y suyo, una peregrinación que, a través de la cruz y la resurrección, la hizo alcanzar la patria, el abrazo de Dios”

Por eso, concluyó, “mientras estamos en camino, como individuos, como familia, en comunidad, especialmente cuando aparecen las nubes oscuras y el camino se percibe incierto y difícil, levantemos la mirada, contemplémosla a ella, nuestra Madre, y volveremos a encontrar la esperanza que no defrauda”.

 

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15 agosto 2025, 13:05