El cardenal Koovakad: di¨¢logo interreligioso para la armon¨ªa
Edoardo Giribaldi ¨C Ciudad del Vaticano
El diálogo interreligioso no se reduce a una ¡°cuestión política¡± y sus frutos no pueden sino conducir a una ¡°armonía más profunda entre las personas¡±, cada una portadora de una ¡°dignidad humana intrínseca¡±, valor compartido por toda comunidad religiosa. Estos fueron los puntos abordados por el cardenal George Jacob Koovakad, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, en su intervención en el encuentro Promoting a Culture of Harmony, en curso del 6 al 12 de septiembre, organizado por la Nunciatura Apostólica y la Conferencia Episcopal católica de Bangladés.
El contexto del sur de Asia
El purpurado transmitió a los participantes el saludo del Papa León XIV, subrayando la importancia del diálogo ¡°sobre la fe, en la búsqueda de sentido¡±. Se presentó como un ¡°hombre de paz¡±, vinculado al contexto del sur de Asia en el que se encuentra Bangladés, pues creció en India: una experiencia que representa, afirmó, una valiosa ¡°lente interpretativa¡± para su servicio a la Santa Sede.
La dignidad radica en la humanidad
Recordando la encíclica del Papa Francisco, el cardenal invitó a redescubrir la dignidad de cada persona, ¡°creada a imagen y semejanza de Dios¡±, independientemente de sus condiciones de vida. Un principio que constituye ¡°punto de encuentro¡± para todas las religiones. ¡°Nuestra dignidad radica en nuestra humanidad, y en nuestra humanidad, intrínsecamente ligada a la imagen divina, se enraíza nuestra dignidad¡±, reiteró, recordando cómo el Papa Francisco ha señalado precisamente en la dignidad humana ¡°el fundamento moral del Estado de derecho¡±.
Las garantías del Estado de derecho
Este concepto, añadió, es ¡°crucial¡± para Bangladés, que tras la ¡°revolución¡± de 2024 ha emprendido ¡°una nueva búsqueda de gobierno democrático y de una nueva constitución¡±. La Fratelli tutti indica precisamente en el Estado de derecho la ¡°garantía¡± de que cada ciudadano sea tratado de manera igual ante la ley, con derechos fundamentales protegidos y deberes respetados en favor del bien común. ¡°El diálogo interreligioso¡±, explicó el purpurado, ¡°puede ayudar a los pueblos que conviven aquí desde hace siglos a madurar una mayor conciencia sobre cómo promover esa armonía entre hermanos y hermanas¡±.
La apertura de la Iglesia en el mundo globalizado
Reflexionando sobre el camino del diálogo, el prefecto señaló en la Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, Nostra Aetate, ¡°un punto de inflexión¡± y un ¡°cambio de paradigma¡± para la Iglesia: una apertura a la comprensión que, ¡°en un mundo globalizado¡±, impulsa a buscar a Dios reconociéndolo en el prójimo.
Reconciliación y fraternidad universal
Koovakad mencionó después el firmado en Abu Dabi el 4 de febrero de 2019 por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib. Ese texto, observó, representa todavía hoy ¡°una invitación a la reconciliación y a la fraternidad universal¡± y un llamado ¡°a toda conciencia viva que repudia la violencia aberrante y el extremismo ciego¡± y que ¡°ama los valores de tolerancia y de fraternidad promovidos por las religiones¡±.
Construir puentes
El cardenal concluyó elogiando las reformas introducidas por el actual gobierno interino de Bangladés, precisando que la presencia de su delegación no debe interpretarse como ¡°política o proselitista¡±, sino como un compromiso a favor de un ¡°túnel de amistad¡± entre comunidades de fe, en el espíritu de una Iglesia que, como desea el Papa León XIV, ¡°construye puentes y fomenta el diálogo¡±.
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