Cardenal Koovakad: alianza entre religiones y culturas en la promoción de la paz
Vatican News
"Las religiones y las culturas desempeñan indudablemente un papel polifacético y preeminente en la construcción de caminos de paz", promoviendo y facilitando "el diálogo y la cooperación entre personas de diferentes religiones y culturas", con el fin de "construir un mundo más justo, humano, fraterno y pacífico". Así lo ha subrayado el Cardenal George Jacob Koovakad, Prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, en su intervención hoy, miércoles 13 de agosto, en el Congreso Internacional "Caminos de Paz. Religiones y Culturas en Diálogo" que se celebra en Temuco, Chile, organizado por la Universidad Católica local.
El papel de los Papas y sus llamamientos a la reconciliación
Recordando que "construir y promover la paz en todas partes es un aspecto central de la misión de la Iglesia", el cardenal destacó su labor a través del "diálogo y la cooperación entre religiones y culturas".
A continuación, hizo hincapié en tres aspectos: en primer lugar, el papel del Papa como "constructor de puentes", ya que "a lo largo de la historia, los Papas han subrayado constantemente la importancia del respeto mutuo, la comprensión, el diálogo y la coexistencia pacífica entre todos los pueblos". Y desde principios del siglo XX, también han desempeñado "un papel fundamental en la resolución de conflictos, llamando a la moderación y al cese de las hostilidades, apoyando las negociaciones y proponiendo planes de paz tras los conflictos y las guerras".
En este sentido, el cardenal citó los numerosos llamamientos a la reconciliación lanzados por los Pontífices a lo largo de los años, junto con la publicación de varios "importantes documentos y mensajes destinados a promover la paz".
El compromiso diplomático de la Santa Sede
En segundo lugar, el cardenal Koovakad subrayó el compromiso diplomático de la Santa Sede "por la paz, la justicia y el desarrollo", destacando cómo -especialmente en el periodo actual- ha "planteado cuestiones que van desde los derechos humanos al desarme" y se ha erigido en un "actor significativo", elogiado "por su imparcialidad y atención a las cuestiones humanitarias". Y es que, subrayó el cardenal, "la diplomacia de la Santa Sede es una diplomacia de paz".
La promoción del diálogo interreligioso e intercultural
Como tercer y último punto, el Prefecto del Dicasterio vaticano se detuvo en la promoción del diálogo interreligioso e intercultural por la paz: "La Santa Sede -dijo- está segura de que en el mundo de hoy, caracterizado por un creciente pluralismo religioso y cultural, el diálogo con las religiones y las culturas es fundamental para promover la comprensión, el respeto de la diversidad, la construcción de puentes y la paz en la sociedad". Esto, explicó, se consigue de varias maneras: animando, guiando y ayudando a las Iglesias locales en la promoción del diálogo interreligioso; organizando encuentros interreligiosos; facilitando la formación de quienes podrían implicarse en este campo; acogiendo y dialogando con delegaciones de diferentes grupos religiosos; iniciando un diálogo bilateral, en particular con los musulmanes; y enviando mensajes a diversos grupos religiosos en festividades y ocasiones significativas.
La tarea del Dicasterio para la Cultura y la Educación
También es central la promoción del diálogo interreligioso "en un espíritu ecuménico de unidad y colaboración", junto con la facilitación y promoción de la colaboración entre diferentes culturas, "para favorecer la comprensión mutua y contribuir a la construcción de un mundo más inclusivo y armonioso". Una tarea, ésta, llevada a cabo específicamente por el Dicasterio para la Cultura y la Educación.
El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral
En la misma línea, Koovakad recordó también el compromiso del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que "interactúa con todos los actores de la sociedad para defender y promover los derechos humanos, la libertad religiosa y la justicia, en particular el bienestar de los migrantes, los marginados, los vulnerables" y la salvaguarda de la creación.
De esta reflexión se desprende, por tanto, que "es responsabilidad compartida de todos promover una cultura de paz y trabajar por la paz en el mundo", concluyó el cardenal, exhortando finalmente a creyentes y no creyentes a responder a la invitación de León XIV de alcanzar la paz "mediante la reflexión y la praxis inspiradas en la dignidad de la persona y el bien común".
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