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Tagle: influir en los demás con verdad, justicia y paz

El pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares, presidió esta ma?ana, 29 de julio, la misa en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, con motivo del Jubileo de los misioneros digitales e influencers católicos. Durante su homilía, afirmó con fuerza: “El amor no puede ser generado por un algoritmo: fuimos influenciados por el amor, y así deberíamos influenciar a los demás… amando.”

Lorena Leonardi – Ciudad del Vaticano

En una época donde la vida cotidiana es "un tapiz de influencias entrelazadas", el Año Santo es un llamado al discernimiento: a mirar con atención las intenciones detrás de la influencia que nuestro mundo actual quiere ejercer. Así lo expresó el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares, durante la misa celebrada este martes 29 de julio en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, con motivo del Jubileo de los misioneros digitales e influencers católicos. Concelebraron el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, y monseñor Luis Marín de San Martín, subsecretario del Sínodo.


Influencias que intoxican

Dirigiéndose a los 1.400 creadores de contenido llegados de todo el mundo, Tagle lanzó una advertencia clara: “El cambio que deseamos suele estar íntimamente ligado a los medios que usamos para influir”. Y puso ejemplos contundentes: productores que mienten en la publicidad para vender más, usando incluso celebridades, políticos que manipulan a los votantes y destruyen a sus oponentes, empresarios que presionan con chantajes para cerrar acuerdos, líderes que imponen ideologías por la fuerza y el lavado de cerebro, gobiernos que buscan someter con guerras, bombardeos o hambre.

"Eso no es influencia, eso es veneno", advirtió.

No solo influencers, ¡también misioneros!

Tagle recordó que, etimológicamente, la palabra influencer proviene del latín influere (fluir hacia dentro), una idea ligada a la antigua creencia de que las estrellas enviaban fluidos que afectaban el comportamiento humano.

“Pero hoy —lamentó— vemos, olemos y tocamos fluidos tóxicos que vienen de estrellas peligrosas”. Y remató: “No usen influencias dañinas. No están aquí solo para ser influencers… son misioneros”.


Todos influimos y todos somos influenciados

El cardenal destacó que vivir es entrar en una red constante de influencias mutuas: familia, vecinos, escuela, cultura, política, naturaleza… “Todo nos transforma, y nosotros transformamos”.

A la luz de la fiesta litúrgica de Marta, María y Lázaro, amigos íntimos de Jesús, se preguntó: “¿Cómo llegaron a ser santos? ¿Qué los influyó?”. Y encontró la respuesta en las lecturas del día.

El amor no nace de un algoritmo

San Juan, en la primera lectura, afirma que Dios es el Gran Influencer, porque es amor. Y ese amor no se expresa con un email o un archivo adjunto. No nos envió un mensaje, nos envió a su Hijo.

Jesús no es una cara generada por inteligencia artificial, dijo Tagle, sino “la imagen del Dios invisible”. Y añadió con firmeza: “El amor no puede ser producido por un algoritmo. Solo una persona divina con corazón humano puede amar así, de manera profunda y transformadora”.

Por eso, el llamado es claro: dejarnos influenciar por el amor de Dios para convertirnos nosotros mismos en canales de amor. Tal como fuimos amados, amar. Tal como fuimos transformados, transformar.


Marta, María y Lázaro: influencers del Evangelio

Desde el altar vaticano resonó la pregunta: “¿Permitiremos que el agua y la sangre de Jesús, derramadas por amor, sean el fluido que limpie toda injusticia, mentira, prejuicio, manipulación y violencia?”.

Y un llamado directo a los influencers católicos: que dejen que el amor de Jesús y la acción del Espíritu Santo bloqueen las influencias tóxicas que invaden corazones y sociedades.

Como hicieron Marta, María y Lázaro, que no solo acogieron a Jesús en su casa, lo recibieron en su vida.

Cuando invites a Jesús a tu vida, dijo Tagle mirando a cada influencer, serás uno que sirve con pasión como Marta, que escucha y vive la Palabra como María, y que resucita voces silenciadas como Lázaro.

Ellos son el modelo del influencer misionero: influenciados, transformados y salvados por amor, proclaman a Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios que fluye hacia el mundo.

La exhortación final fue clara: no duden jamás del amor de Jesús. Acepten su amor como el mayor influencer de sus vidas. Y con eso, “influyan en personas, redes y espacios digitales para que la verdad, la justicia, el amor y la paz de Dios fluyan hasta los confines de la tierra”.


Oraciones por un mundo necesitado de amor

La misa concluyó con oraciones multilingües por el Papa León XIV, los obispos y los pastores de la Iglesia: para que sean signos de esperanza, pastores cercanos y compasivos.

También se oró: por los pueblos que sufren guerra y violencia, para que se abran caminos de diálogo y reconciliación; por los cristianos perseguidos, para que sientan el respaldo de una Iglesia que ora y actúa; por los abandonados, solitarios o discriminados, para que encuentren buenos samaritanos en nosotros; por quienes evangelizan en lo digital, para que su presencia sea profética y luminosa; y por todos los misioneros digitales, para que lleven alegría, verdad y esperanza como testigos de un Dios que nunca se cansa de amar.


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29 julio 2025, 16:25