«Cuando el otro lo es todo», los jóvenes entre la inclusión y la acogida
Roberta Barbi y Gianmarco Murroni
Recorrer un camino juntos, confrontarse, afrontar momentos delicados, crecer. Todas estas son actividades fundamentales que ayudan a los más pequeños a descubrir el mundo actual y a vivir la realidad. Pero, al afrontar este viaje, no deben estar solos, al contrario: es precisamente la búsqueda del otro lo que hace que el camino sea especial. Y no es casualidad que precisamente el concepto del otro sea el centro, este año, del proyecto Estate Ragazzi, el centro que acoge a niñas y niños de diferentes edades en los espacios habilitados en la Aula Pablo VI y en otras zonas de la Ciudad del Vaticano, para vivir una experiencia de juego y oración, diversión y encuentro. El centro, que comenzó el 16 de junio, continuará sus actividades hasta el 1 de agosto, coincidiendo con otro gran evento dedicado a los jóvenes: el Jubileo de los Jóvenes, previsto entre el 28 de julio y el 3 de agosto.
Cuando el otro lo es todo
«Todo lo contrario: cuando el otro lo es todo» es el eslogan elegido este año para representar el mensaje que el proyecto quiere transmitir a los niños. «Alrededor de 320 jóvenes frecuentan el centro, chicos que viven en una época en la que el tiempo pasa muy rápido. Por eso hemos querido centrarnos en el tema del otro: es fundamental redescubrir el placer de las relaciones personales, el placer de ir más allá de los prejuicios y el placer de encontrar la fuerza para derribar esos muros que hoy en día también están representados por las novedades del mundo moderno», dice Sergio Garozzo, uno de los organizadores de Estate Ragazzi.
Jóvenes comunicadores
Entre los talleres en los que participaron los jóvenes, también hubo uno sobre periodismo: la Sala Pablo VI se transformó en una auténtica redacción, coordinada por el director de L'Osservatore Romano, Andrea Monda. «Nunca había tenido un grupo de redactores tan numeroso», bromeó el director. Lo que más llamó la atención fue la atención prestada a grandes temas que no siempre encuentran espacio entre las líneas de los principales periódicos, pero que los jóvenes conocen y consideran urgentes, mostrando una sensibilidad y una conciencia poco comunes y que a menudo no se reconocen en las generaciones más jóvenes. No faltaron, por ejemplo, ideas sobre cuestiones medioambientales: la alarma por el calor en la crónica, desarrollada a través del relato de los incendios que se producen puntualmente en verano, así como temas ecológicos como el estado de salud de la selva amazónica, definida por ellos mismos como «el pulmón de la Tierra», e incluso la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. «Esto significa que la encíclica Laudato Si' del Papa Francisco no ha pasado desapercibida entre los más jóvenes», afirma Alessandro Gisotti, vicedirector editorial de los medios de comunicación vaticanos. «También es notable cómo los temas relacionados con la naturaleza y la Creación se han ilustrado con dibujos coloridos, al no disponer de fotografías».
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