El Papa a la semana social en 笔别谤煤: 鈥淯rge el testimonio de santos de hoy鈥
Johan Pacheco 鈥 Ciudad del Vaticano
El Papa León XIV se hace partícipe a través de un mensaje de la Semana Social que se efectúa en Lima, Perú, del 14 al 16 de agosto, recordando los testimonios de santidad en la historia peruana, y exhortando a dar testimonio de los santos de hoy: 鈥渄e personas que permanezcan unidas al Señor, como los sarmientos a la vid (cf. Jn 15,5)鈥
鈥淩esulta evidente -dice el Papa León-, a quien repase la historia del Perú, que aquellas tierras han sido acompañadas por un designio particular de la Providencia, sobre todo en cuanto a nuestra fe católica, que se ha profesado siempre en armonía con la atención y el servicio a los más necesitados. Sólo así puede entenderse la 鈥榙ensidad de santidad鈥 que registra esa nación, tan cercana a mi ministerio y a mi plegaria鈥.
Los santos peruanos
Y menciona en su mensaje los testimonios de Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, y San Juan Macias; y junto a ellos un evangelizador español en Perú, santo Toribio de Mogrovejo. 鈥淗ablan de una presencia vigorosa y fecunda del Evangelio鈥, dice el Papa.
Y contemplando la actualidad, expresa el Papa León XIV que 鈥渆l dolor por la injusticia y la exclusión que padecen tantos hermanos nuestros nos apremia a todos los bautizados a dar una respuesta que, en cuanto Iglesia, debe corresponder a los signos de los tiempos desde las entrañas del Evangelio鈥.
Los santos de hoy
El Pontífice insiste en la urgencia de la santidad: 鈥渦rge el testimonio de santos de hoy, es decir, de personas que permanezcan unidas al Señor, como los sarmientos a la vid (cf. Jn 15,5). Pues los santos no son adornos de un pasado barroco; surgen de un llamado de Dios para construir un futuro mejor鈥.
Luego, sobre la acción social, señala en el mensaje 鈥渜ue toda acción social de la Iglesia ha de tener como centro y meta el anuncio del Evangelio de Cristo, de modo tal que, sin desatender lo inmediato, siempre conservemos la conciencia de la dirección propia y última de nuestro servicio. Pues si no damos a Cristo íntegro, estaremos siempre dando extremadamente poco鈥.
Pan material y Pan la Palabra
Finalmente, el Papa recuerda que 鈥渘o son dos amores, sino uno solo y el mismo, el que nos mueve a dar tanto el pan material como el Pan de la Palabra que, a su vez, por su propio dinamismo, habrá de despertar hambre del Pan del cielo, ese que sólo la Iglesia puede dar, por mandato y voluntad de Cristo, y que ninguna institución humana, por bien intencionada que sea, puede reemplazar鈥.
鈥淐on el deseo de que estas jornadas sean fructíferas y contribuyan a dar un nuevo impulso a la pastoral social en esa querida Iglesia peruana, a todos imparto de corazón la implorada Bendición Apostólica鈥, concluye el Papa.
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