Le贸n XIV: Superar el materialismo y promover el florecimiento humano integral
Patricia Ynestroza - Ciudad del Vaticano
La primera audiencia del Papa León XIV de este sábado 23 de agosto fue con los participantes en la decimosexta reunión anual de la Red Internacional de Legisladores Católicos, con el lema: 鈥淓l Nuevo Orden Mundial: la política de las grandes potencias, los dominios corporativos y el futuro del florecimiento humano.鈥 El Pontífice les instó a convertirse en constructores de puentes entre la llamada Ciudad del Hombre y la Ciudad de Dios, retomando la enseñanza de San Agustín de Hipona como guía frente a los retos actuales.
Dos ciudades como clave de lectura del presente
El Santo Padre recordó la visión de San Agustín en La Ciudad de Dios, donde se describen dos orientaciones de la vida humana: la Ciudad del Hombre, fundamentada en el orgullo y el amor propio, marcada por la ambición de poder, prestigio y placer; y la Ciudad de Dios, basada en el amor a Dios y al prójimo, caracterizada por la justicia, la caridad y la humildad.
El Papa subrayó que esta enseñanza sigue siendo actual en un mundo que atraviesa cambios de poder, nuevas alianzas geopolíticas, el peso de las corporaciones globales, avances tecnológicos y múltiples conflictos violentos. Frente a este panorama, aseguró que la tarea de los creyentes, y en particular de los legisladores católicos, consiste en impregnar la vida pública de los valores del Reino de Dios para abrir caminos de esperanza y verdadero florecimiento humano.
Qué significa florecer auténticamente
En su reflexión, León XIV advirtió sobre la confusión contemporánea que identifica el florecimiento humano con riqueza material o autonomía individual absoluta. Señaló que este modelo, ligado al consumo y la comodidad tecnológica, deja vacíos existenciales visibles en sociedades prósperas, donde abundan la soledad y la falta de sentido.
Frente a ello, León XIV defendió la visión cristiana del desarrollo humano integral, que abarca todas las dimensiones de la persona: física, social, cultural, moral y espiritual. Este florecimiento, dijo, se realiza cuando las personas viven virtuosamente en comunidades sanas, con libertad para buscar la verdad, adorar a Dios y formar familias en paz, al tiempo que respetan la creación y promueven la solidaridad entre pueblos y clases sociales.
Una política y economía de la esperanza
El Papa destacó que el futuro dependerá de la elección entre organizar la sociedad en torno al amor propio o en torno al amor a Dios y al prójimo. Invitó a los legisladores a trabajar por un orden donde 鈥渆l poder sea domado por la conciencia y la ley esté al servicio de la dignidad humana鈥.
Asimismo, pidió rechazar la mentalidad pesimista que asegura que nada puede cambiar. Tras recordar que su predecesor había llamado a una 鈥渄iplomacia de la esperanza鈥, añadió que hoy se necesitan también una 鈥減olítica de la esperanza鈥 y una 鈥渆conomía de la esperanza鈥, confiadas en la acción transformadora de la gracia de Cristo.
Gracias por haber le铆do este art铆culo. Si desea mantenerse actualizado, suscr铆base al bolet铆n pulsando aqu铆