Le贸n XIV: Aspiren a cosas grandes, a la santidad, no se conformen con menos
Alina Tufani Díaz- Ciudad del Vaticano
León XIV ante una explanada vibrante de jóvenes recordó que la fragilidad no es un 鈥渢abú鈥 que se debe evitar, sino parte de nosotros que no hemos sido hechos para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor. En su , el Papa aseguró que el verdadero sabor de la vida no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos, sino de lo que se acoge y se comparte con alegría, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.
Una multitud de personas, más de un millón, unos 7 mil sacerdotes, más de 450 obispos, provenientes de todo el mundo, pertenecientes a diversas culturas, participaron, hoy, en la celebración eucarística presidida por el Santo Padre, en Tor Vergata, con la que se cierra una semana de encuentros, cantos, reconciliación y oración.
鈥&颈别虫肠濒;Buon giorno a tutti! ¡Buona Domenica! ¡Good morning! ¡Buenos días! ¡Bonjour, Guten Morgen!鈥 Este fue el saludo del Papa León sobre el palco y desde allí invocó la bendición de Dios sobre todos y expresó su deseo de que 鈥渓a gran celebración en la que Cristo nos ha dejado su presencia en la Eucaristía鈥 sea 鈥渦na ocasión verdaderamente memorable para cada uno de nosotros鈥.
La vida no es lo que poseemos
Días 鈥渕emorables鈥 en los que, como dijo el Papa, los jóvenes han intercambiado conocimientos, han compartido expectativas, recibido el perdón de Dios y le han pedido su ayuda para una vida buena. Días en los que las inquietudes que llevan a muchos jóvenes a preguntarse 鈥¿qué es realmente la felicidad? ¿Cuál es el verdadero sabor de la vida? ¿qué es lo que nos libera de los pantanos del sinsentido, del aburrimiento y de la mediocridad?鈥, han tenido una respuesta: 鈥渓a plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos鈥 sino de lo que 鈥渟abemos acoger y compartir con alegría鈥.
鈥淐omprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos, mirar a lo alto, a las «cosas celestiales», para darnos cuenta de que todo tiene sentido, entre las realidades del mundo, sólo en la medida en que sirve para unirnos a Dios y a los hermanos en la caridad, haciendo crecer en nosotros 鈥榮entimientos de profunda compasión, de benevolencia, de humildad, de dulzura, de paciencia鈥, de perdón y de paz, como los de Cristo鈥
La esperanza no quedará defraudada
León XIV aseguró que solo en Dios, comprendemos cada vez mejor lo que significa que 鈥渓a esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado鈥.
鈥淨ueridos jóvenes, nuestra esperanza es Jesús鈥, afirmó el Pontífice, al invitar a todos a mantenerse unidos a Él, a permanecer en su amistad, siempre, cultivándola con la oración, la adoración, la comunión eucarística, la confesión frecuente y la caridad generosa, poniendo como ejemplo a los beatos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, que pronto serán proclamados santos.
鈥淎spiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Entonces verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor鈥.
Cristo cambia nuestra existencia
鈥淓s el encuentro con Cristo Resucitado lo que cambia nuestra existencia, lo que ilumina nuestros afectos, deseos y pensamientos鈥, explicó el Papa, al inicio de su homilía, tomando como referencia el Libro de Qoelet, que advierte que 鈥渢odo es vanidad鈥 y que cada hombre deberá dejar lo que ha acumulado, para recordar la «finitud de las cosas que pasan».
Seguidamente, el Santo Padre recordó que el Salmo 90 también 鈥渘os propone la imagen de la hierba que brota; por la mañana florece鈥 y luego 鈥減or la tarde, es segada y se seca鈥. Son dos referencias fuertes, 鈥渜uizá un poco impactantes鈥- aseguró León XIV-, pero que no deben asustarnos, 鈥渃omo si fueran argumentos 鈥榯abú鈥, que se deben evitar", pues 鈥渓a fragilidad de la que hablan, en efecto, forma parte de la maravilla que somos鈥. De hecho, advierte el Pontífice, la naturaleza se regenera constantemente, de sus debilidades, sequías donde los tallos delgados se rompen y secan, inviernos vulnerables en los que todo parece muerto, para luego en primavera renacer 鈥渆n mil colores鈥.
También nosotros, queridos amigos, somos así; hemos sido hechos para esto. No para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor. Y por eso aspiramos continuamente a un 鈥渕ás鈥 que ninguna realidad creada nos puede dar; sentimos una sed tan grande y abrasadora, que ninguna bebida de este mundo puede saciar. No engañemos nuestro corazón ante esta sed, buscando satisfacerla con sucedáneos ineficaces. Más bien, escuchémosla.
Abrir el alma a Dios
Escuchar es para el Papa abrirnos 鈥渁 la ventana del encuentro con Dios鈥, que 鈥渘os espera鈥, que 鈥渓lama amablemente a la puerta de nuestra alma" y 鈥渁brirle de par en par el corazón, permitirle entrar, para después aventurarnos con Él hacia los espacios eternos del infinito鈥. Y recordando a San Agustín quien decía que 鈥渆l objeto de nuestra esperanza no es la tierra, ni algo que proviene de ella como el oro, la plata, la cosecha, el agua, sino que hay que buscar a quien las ha hecho, 鈥減orque Él es tu esperanza鈥, el Papa afirmó que "la respuesta está en Cristo鈥, como decía su predecesor San Juan Pablo II, en la vigilia de oración de la XV Jornada Mundial de la Juventud del año 2000, porque suscita el deseo de hacer de la propia vida algo grande, para mejorar a uno mismo y a la sociedad, haciéndola más humana y más fraterna".
El Papa León encoméndo a María, la Virgen de la esperanza a los miles de jóvenes presentes en Tor Vergata, para que, con su ayuda, al regresar a sus países en los próximos días, en cada parte del mundo, sigan caminando con alegría tras las huellas del Salvador, y contagien a los que encuentren con el entusiasmo y el testimonio de su fe. 鈥&颈别虫肠濒;Buen camino!鈥- concluyó el Papa.
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