Desde ʱú “para abrazar nuevamente a nuestro padre Robert”
Fabrizio Peloni - Ciudad del Vaticano
En Chiclayo, siempre estuvo presente para todos, y hoy acudimos a él para agradecerle todo el bien que hizo en nuestra diócesis. El padre José Martín Uriarte Guevara, quien asistió a la audiencia general esta mañana, miércoles 20 de agosto, expresó su gratitud al Papa, quien fue obispo de la diócesis peruana de 2015 a 2023. Junto con el joven sacerdote, otras 25 personas vinieron desde Chiclayo para "abrazar de nuevo a nuestro Padre Roberto". Hace nueve años, el padre Uriarte formó parte del primer grupo de sacerdotes ordenados por Prevost en la diócesis peruana. Hoy es párroco de San Pedro en Lambayeque y entregó una carta al Papa con los pensamientos de "la gente de nuestra comunidad". El sacerdote relató "las lágrimas de alegría que derramó el 8 de mayo y el incesante rezo del Rosario tras la aparición de León XIV en la Basílica de San Pedro", el día de su elección al papado.
Entre los numerosos testimonios que se escucharon esta mañana en el Aula Pablo VI, muchos fueron deportivos: la 33.ª edición de la "Copa Scopigno Rieti", un torneo internacional de fútbol sub-17 en el que participan 12 equipos de Italia, Europa y el extranjero, fue presentada al Papa León XIV. Los partidos comenzaron ayer con el derbi sub-17 entre la Roma y la Lazio y continuarán hasta el 22 de agosto. El evento, patrocinado por el Parlamento Europeo y la Presidencia del Consejo - Ministerio de Deporte y Juventud, se ha convertido en uno de los más prestigiosos de Italia, Europa y el mundo. El evento deportivo también acoge los Premios Nacionales Manlio Scopigno y Felice Pulici, otorgados anualmente a los mejores jugadores y entrenadores del fútbol profesional italiano por un jurado presidido por Dino Zoff e integrado por periodistas y profesionales del sector.
Fabrizio Formichetti, presidente de la Copa ASD Scopigno, aseguró al Papa que el torneo de este año volverá a presentar una fuerte conexión entre el deporte y la solidaridad, expresada "a través de una subasta benéfica y una exposición internacional de arte y pintura, cuya recaudación se donará a la Asociación Giorgio e Silvia para la lucha contra el cáncer infantil y la leucemia, y al Hogar Familiar L'Arcobaleno para niños huérfanos y abandonados". Formichetti entregó al Papa un cuadro dedicado a él y, tras presentar a varios jóvenes jugadores, expresó su deseo de que "todos los participantes honren el torneo de la mejor manera posible, ensalzando los principios más sólidos del deporte, como la solidaridad, la lealtad y el respeto al prójimo".
Por su parte, Robert Blackwell Jr., fundador y propietario de una empresa con sede en Chicago que ha convertido el tenis de mesa en una experiencia innovadora en la era de los teléfonos inteligentes, ya que al dejar de lado los dispositivos digitales se puede redescubrir la alegría de pasar tiempo con amigos y familiares jugando al ping pong, donó al Obispo de Roma "una mesa de ping pong blanca, personalizada con el escudo y el lema del Papa, junto con una caja con dos raquetas y algunas pelotas, como símbolo concreto de la alegre conexión humana que nace del deporte en todas sus disciplinas". Al recibir el obsequio, el Papa Prevost también hizo una demostración de un pequeño ping pong.
El ping pong fue el deporte elegido por Michele, de 13 años, por su fotografía en blanco y negro de una persona con discapacidad jugando. La foto le valió al joven fotógrafo el premio de la sección "Deporte y Discapacidad" del concurso "Deporte en Movimiento: Lo esencial es invisible a los ojos", organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación con motivo del Jubileo del Deporte, celebrado los días 15 y 16 de junio, en colaboración con L'Osservatore Romano, el Pacto Educativo Mundial y Athletica Vaticana.
Michele, acompañado de sus padres y su hermana, mostró la imagen al Papa al final de la audiencia. Junto al joven estaba su compañero, Manuele Scioletti, ganador del mismo concurso en la categoría de "Deporte y Ecología": "Durante un entrenamiento vespertino con mi equipo de fútbol, Felsina", dijo, "quería inmortalizar el ambiente que creaba la densa niebla en el campo, con una farola que de repente parecía la luna".
Significativa en la defensa de los derechos humanos, particularmente de la dignidad de las mujeres, fue la presencia en la audiencia general de Analía Ramos, ciudadana argentina que ha servido a las Naciones Unidas en diversos países alrededor del mundo por casi 30 años y actualmente se encuentra sirviendo en Afganistán.
Al final de la audiencia, el Papa saludó al filántropo católico británico Christopher Harborne, activo en los campos de la aviación, la tecnología y la innovación, y partidario de instituciones educativas consideradas centrales para un cambio positivo en la sociedad.
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