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Encuentro del Papa León XIV con los neófitos y catecúmenos franceses en el Aula de la Bendición Encuentro del Papa León XIV con los neófitos y catecúmenos franceses en el Aula de la Bendición  (@Vatican Media)

Renunciar a la “cultura de la muerte” tan extendida hoy en día

León XIV recibió en audiencia a ochocientos neófitos y catecúmenos franceses en el Aula de la Bendición, con motivo de su peregrinación jubilar. A estos jóvenes les recordó que «nos convertimos en cristianos auténticos» cuando nos dejamos tocar “por la gracia de Dios” en la vida cotidiana, a través de nuestro camino personal. De lo contrario seremos “cristianos de conveniencia, hábito o comodidad”

Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano

Un estímulo para “permanecer conectados con el Señor”, para dejarnos “tocar” personalmente por la gracia de Dios, por elección y camino personal, a través de la Palabra y el testimonio de Jesús. Así “nos convertimos en cristianos auténticos”, de lo contrario sólo seremos “cristianos de conveniencia, de hábito o de comodidad”.

Así se dirigió el Papa León XIV a los ochocientos neófitos y catecúmenos franceses, acompañados por sus capellanes y catequistas y por el obispo de Niza, monseñor Jean-Philippe Nault, reunidos esta mañana en la Sala de la Bendición del Palacio Apostólico. Jóvenes y adultos comprometidos en su peregrinación jubilar, durante los días del gran Jubileo de la Juventud.

Un camino de fe que continúa a lo largo de la vida

El Papa subrayó que “el catecumenado es un camino de fe que no termina con el bautismo, sino que continúa durante toda la vida, con momentos de alegría y momentos de dificultad”. Y comenzó manifestando su alegría “al ver a tantos jóvenes comprometidos con su fe y que quieren dar sentido a su vida, dejándose guiar por Cristo y su Evangelio”.

El bautismo nos hace miembros plenos de la gran familia de Dios. La iniciativa viene siempre de Él, y nosotros respondemos experimentando su amor salvador. En su camino de catecúmenos y de nuevos bautizados, cada uno de ustedes tiene un encuentro personal con el Señor en la comunidad que los acoge.

El discurso del Papa a los neófitos y catecúmenos franceses
El discurso del Papa a los neófitos y catecúmenos franceses   (@Vatican Media)

Con el bautismo renunciamos a la cultura de la muerte

León XIV recordó que nos reconocemos personalmente como hijas e hijos mediante nuestro bautismo “en el nombre del Padre”, que nos ofrece la adopción, “del Hijo”, que nos introduce en su vida y en su relación con el Padre, “y del Espíritu Santo”, fuente de todo don, como subraya san Pablo en la Carta a los Gálatas.

El bautismo nos introduce en la comunión con Cristo y da vida. Nos compromete a renunciar a una cultura de muerte que está muy presente en nuestra sociedad. Esta cultura de la muerte se manifiesta hoy a través de la indiferencia, el desprecio al otro, la droga, la búsqueda de una vida fácil, una sexualidad que se convierte en entretenimiento y la cosificación de la persona humana, la injusticia, etc.

Ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo

En el rito del bautismo, continuó diciendo el Pontífice, que “nos hace testigos de Cristo”, al recibir la vela encendida del cirio pascual, recibimos “la luz de Cristo muerto y resucitado, que nos comprometemos a mantener viva alimentándola con la escucha de la Palabra de Dios y con la comunión constante con Jesús Eucaristía”.

Y citó a san Ambrosio, que no se cansaba de repetir: “Todo para nosotros es Cristo”, una invitación a ser auténticos testigos del Señor. Dijo que es el médico quien puede curar tus heridas, y la justicia, si estás oprimido por la culpa. “Para vivir felices y en paz – añadió – estamos llamados a poner nuestra esperanza en Jesucristo”.

Siguiendo al Señor, también ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo. La Iglesia necesita de su hermoso testimonio de fe para crecer cada vez más y estar cerca de toda persona necesitada.

Jóvenes neófitos y catecúmenos franceses en la Sala de la Bendición
Jóvenes neófitos y catecúmenos franceses en la Sala de la Bendición   (@Vatican Media)

Discípulos misioneros, que viven su fe de manera concreta

En el camino de fe del catecumenado, “que no termina con el bautismo”, continuó el Papa León XIV, “están llamados a compartir con los demás su experiencia de fe, testimoniando el amor de Cristo y convirtiéndose en discípulos misioneros”.

No se limiten sólo a los conocimientos teóricos, sino vivan su fe de modo concreto, experimentando el amor de Dios en tu vida diaria. El camino de la fe puede ser largo y a veces difícil, pero no se desanimen, porque Dios siempre está presente para sostenerlos.

No llevar la etiqueta, sino ser cristianos auténticos

Por eso, subrayó el Papa, es esencial “hacer experiencia de Dios en la oración, en la práctica de los sacramentos, particularmente en el redescubrimiento del sacramento de la Reconciliación, y en la vida comunitaria, para crecer en la fe y en el amor”.

“Los animo a mantenerse conectados con el Señor Jesús. No nacemos cristianos, nos convertimos en cristianos cuando somos tocados por la gracia de Dios”

Sin embargo, este “toque” se expresa a través de nuestra elección cuidadosamente meditada y de nuestro camino personal. Sin estos verdaderos requisitos, llevaremos la etiqueta de cristianos, pero cristianos de conveniencia, de hábito o de comodidad. “Nos convertimos en cristianos auténticos cuando nos dejamos tocar personalmente en nuestra vida diaria por la palabra y el testimonio de Jesús”.

La conclusión del discurso de León XIV fue un deseo de que “en medio de sus tribulaciones, de los momentos de soledad y de aridez, de las incomprensiones, de sus trabajos”, el corazón de los neófitos y de los catecúmenos pueda estar arraigado en Cristo, que es “el camino, la verdad y la vida, la fuente de toda paz, alegría y amor”.

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29 julio 2025, 12:24