Gaza, padre Romanelli: la llamada con el Papa fue una bendición
Salvatore Cernuzio y Francesca Sabatinelli – Ciudad del Vaticano
“Queridos hermanos, espero que estén bien. Nosotros estamos bien, a pesar de la terrible situación en toda la Franja de Gaza. Ayer vivimos una gran alegría. No es la primera vez, pero el Papa nos llamó…”. Con estas palabras comienza el video del padre Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza, difundido por los medios vaticanos tras las declaraciones del papa León XIV, quien al salir de su residencia en Castel Gandolfo el martes 9 de septiembre había comentado que intentó comunicarse con el sacerdote argentino. “He tratado de llamarlo, pero no tengo noticias”, dijo el Pontífice. “Seguramente estaban bien, pero después de esta nueva orden ya no estoy seguro”. Se refería a la instrucción inmediata de evacuación emitida por Israel a los residentes de Gaza City, ante una inminente escalada militar.
La llamada con el Papa
Esa misma noche, a través de sus redes sociales, el propio padre Romanelli confirmó que el Papa “logró comunicarse con nosotros”. “Nos preguntó cómo estábamos y cómo era la situación. Nos envió su bendición y rezó por nosotros y por la paz”, señaló el párroco. En el video difundido hoy, Romanelli explica que “cuando el Papa llamó no pude contestar porque estábamos en medio de una larga celebración litúrgica en la iglesia, muy hermosa… Después me puse en contacto con él”.
Junto a la gente
En cuanto a la situación en la parroquia de la Sagrada Familia —ya golpeada por un ataque israelí el pasado julio—, Romanelli cuenta: “Seguimos aquí en la parroquia con las personas de las que nos ocupamos. Hay unos 450 refugiados, como saben. Un número importante de ancianos, enfermos y niños. Y además, las familias que viven aquí. En otras partes de Gaza, la gente se está desplazando hacia el sur”.
“La mayoría de la población no quiere irse”, confirma el sacerdote. “Muchos repiten lo mismo que hemos escuchado desde el inicio de la guerra: en todas partes hay peligro, hay bombardeos, hay un riesgo real, hay muerte, destrucción y heridos”. Sin embargo, muchos prefieren quedarse en la ciudad. “Seguimos con las actividades cotidianas, que es lo que podemos hacer. Hemos podido ayudar a muchas familias”.
Un matrimonio y un nuevo nacimiento
Romanelli también compartió detalles de la celebración del martes 9: “Fue una Misa larga y solemne, durante la cual una pareja de la comunidad católica contrajo santo matrimonio. Una gran alegría”. Y hoy llegó “otra gran alegría”: el nacimiento, “en medio de tanto dolor”, de un bebé llamado Marcos entre los refugiados. “Dios nos bendice siempre. Y en estos momentos tan difíciles sigue mostrándonos su cercanía y su bendición”, afirmó.
En oración por la paz
“Seguimos rezando por la paz”, insiste el párroco. “Como verán en las noticias, todo Oriente Medio está patas arriba. Y estamos convencidos de que el final de esta guerra traerá un poco más de serenidad —aunque no signifique paz plena— para toda la región y para gran parte del mundo. Continuamos pidiendo a Dios el milagro de la paz, por intercesión de la Santísima Virgen”.
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