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La conferencia de prensa del cardenal Jean-Marc Aveline La conferencia de prensa del cardenal Jean-Marc Aveline  (© Candice Castelein)

Tierra Santa: el llamamiento del cardenal Aveline para que regresen los peregrinos

Una 𲵰Բó de esperanza para apoyar a las comunidades cristianas que sufren en Tierra Santa con la bendición del Papa León XIV. Se trata de una iniciativa, que concluye el 20 de agosto, puesta en marcha por la presidencia de la Conferencia Episcopal Francesa, que ha llevado la solidaridad de una delegación de obispos encabezada por el arzobispo de Marsella, el cardenal Jean Marc Aveline, a las comunidades de Taybeh, Belén y Jerusalén.

Delphine Allaire - Ciudad del Vaticano

Tanto en Taybeh, durante la misa dominical celebrada junto a los tres párrocos de este pueblo de mayoría cristiana en un territorio controlado por los colonos, como en Belén, en la basílica de la Natividad desierta, y también en la comunidad monástica benedictina de Abu Gosh, el cardenal Jean Marc Aveline, arzobispo de Marsella y presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, en peregrinación a Tierra Santa con un grupo de obispos, quiso reunirse con los fieles locales para dar testimonio de su apoyo espiritual, material y fraternal. Tal y como recomendó el Papa León XIV en un breve mensaje, se trató de un viaje que quiso ser «un fuerte testimonio de cercanía y misericordia», en un momento de dolor e incertidumbre, que el mismo Santo Padre quiso acompañar con el espíritu y la oración.

Un testimonio para Tierra Santa

«No hemos venido para hablar, sino para escuchar y comprender», explicó el cardenal Aveline ante los periodistas reunidos en la sede del Patriarcado Latino de Jerusalén. Acompañado por los dos vicepresidentes de la Conferencia Episcopal, monseñor Benoit Bertrand y monseñor Vincent Jordy, y por monseñor William Shomali, el arzobispo de Marsella habló de la tristeza, la angustia y la desolación vividas en los últimos días: «Es difícil vivir en estos lugares sabiendo lo que está sucediendo aquí cerca, en Gaza. Una situación que tenemos constantemente en la mente y en el corazón. Conocemos bien la gravedad de lo que está sucediendo». Durante la conversación telefónica mantenida en la mañana del 19 de agosto, con el párroco del enclave palestino, el padre Romanelli, el cardenal fue informado de las operaciones de evacuación en el barrio donde se encuentra la parroquia de la Sagrada Familia. El cardenal Aveline, que se prepara para partir de Tierra Santa el miércoles por la noche, definió al padre Romanelli como un símbolo «de fuerza interior» y «de fe en Dios en cualquier circunstancia», y añadió que a su regreso «tendrá mucho que decir a la Iglesia de Francia y a las de Europa».

Repensar la peregrinación

En primer lugar, es necesario fomentar un retorno progresivo de los peregrinos, en pequeños grupos y con una nueva mentalidad, capaz de interesarse realmente por los cristianos y otras personas que viven en estas tierras, destaca el presidente de la Conferencia Episcopal Francesa. «Un peregrino que sepa comprender que hay cristianos en este país que no pueden emprender la misma peregrinación que él está realizando. Una peregrinación que no tenga como objetivo mejorar la relación con la propia fe, sino vivir un sentimiento de profunda solidaridad eclesial, es decir, una conversión del peregrino», espera el cardenal.

El misterio de la Pasión y el vínculo con el judaísmo

Según el cardenal, se trata de una cuestión de responsabilidad de toda la Iglesia frente a la Iglesia madre de Jerusalén. «La clave de lectura principal es política, pero también hay una clave de lectura espiritual y aplicarla es responsabilidad de los cristianos. Esta se refiere al misterio de la Iglesia y de la Pasión», explica el presidente de los obispos franceses, que debatió este tema en Taybeh con el patriarca emérito de Jerusalén, Michel Sabbah, quien a su vez le confió: «Estamos viviendo algo similar a la perpetuación de la Pasión de Cristo». El cardenal teólogo evocó también el misterio del judaísmo, reflexionando sobre el vínculo «vital, profundo y existencial» entre judíos y cristianos. «¿Cómo podemos vivir la fe judía como una raíz para nosotros y para ellos como un fruto? Especialmente en un momento como el actual, caracterizado por las decisiones políticas del Gobierno israelí y el rechazo de cualquier crítica, que se tacha de antisemitismo, sin duda necesitamos un diálogo», explica, evocando el «grave» antisemitismo que ha vuelto a crecer en Europa. Para concluir, el arzobispo de Marsella quiso expresar públicamente su admiración por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, capaz de dar muestras «de paciencia, valentía y deseo de decir la verdad», sin ofender nunca la dignidad de nadie, dondequiera que se encuentre. «Uno de los objetivos de nuestra visita —precisa el cardenal— es justamente el de querer ayudarle en su misión».

La esperanza que resurge de las ruinas

A pesar de los temas políticos y espirituales tan complejos, el presidente de los obispos franceses destaca, por último, la profunda alegría del Evangelio, de la que forma parte la pobreza, y que él mismo ha podido percibir en los lugares santos. «No se trata de un entusiasmo superficial, sino de una alegría profunda, ya que está ligada a la esperanza. Cuando desaparecen todos los motivos de esperanza, solo queda en el corazón la esperanza de quienes creen en Cristo y en la Resurrección». Y citando una definición de la esperanza dada por el monje trapense André Louf, dijo: «Dios sabe hacer obras maestras con los escombros de nuestros sueños. Aquí —concluyó— se han roto muchos sueños, pero he aquí la esperanza que hemos venido a compartir».

 

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20 agosto 2025, 14:08