鈥淪e煤l nos espera con el alma abierta鈥: el camino hacia la JMJ 2027
Sebastián Sansón Ferrari 鈥 Ciudad del Vaticano
鈥淪erá una experiencia inolvidable, tanto para los extranjeros como para nosotros, los coreanos, católicos o no. Corea está lista para abrir su alma al mundo鈥. Son las palabras de Mikhail Kim Hyun Suk, seminarista de la Diócesis de Uijeongbu, en Corea del Sur.
Desde aquel anuncio en Lisboa, en agosto de 2023, cuando el Papa Francisco reveló que la próxima Jornada Mundial de la Juventud tendría lugar en Corea del Sur, algo empezó a latir con fuerza en el corazón del pueblo coreano. Hoy, tras la reciente confirmación oficial por parte del Papa León XIV, ese latido se ha transformado en júbilo nacional. Corea ya no espera: se prepara, se emociona, sueña.
Mikhail vive esa alegría desde lo profundo. 鈥淨ueremos vivir esta experiencia como Iglesia universal. En Corea hay muchas religiones, muchas culturas鈥 y aun así, la fe católica florece como un milagro cotidiano鈥, expresa con serenidad y convicción. Lo hace desde Roma, donde participó como peregrino en la reciente JMJ, y donde ya se respira la ilusión por lo que vendrá en 2027.
鈥淪erá un momento único para mostrar cómo vivimos nuestra fe en un país donde los católicos no somos mayoría. Y para quienes nos visiten, será una oportunidad para ver una Iglesia joven, viva, abierta al mundo鈥.
La comunidad coreana ha recibido este encargo con una mezcla de humildad y entusiasmo. La JMJ será, para ellos, una forma de testimoniar que la fe puede florecer también en tierra minoritaria, que la esperanza no entiende de porcentajes, y que la alegría del Evangelio no conoce fronteras.
Mikhail lanza una invitación sin rodeos: 鈥淰engan. Vengan y aprendan con nosotros. Descubran cómo una cultura distinta vive y expresa su fe. Les enseñaremos a hablar coreano, si hace falta鈥, dice entre risas, sin perder la ternura de quien se sabe parte de una Iglesia que abraza.
Y no duda en señalar el impacto global que puede tener esta experiencia:
鈥淪erá transformador para los jóvenes coreanos, y también para los que vienen de países católicos. Ver cómo vivimos la fe en un país tan diverso puede abrir muchas mentes y corazones鈥.
Al hablar del Jubileo y de su capacidad de construir paz, responde con la sinceridad de quien ama la Iglesia: 鈥淟a unidad. Eso es lo que estos eventos generan. Caminamos juntos, rezamos juntos. En esa comunión, poco a poco, se construye la paz verdadera鈥.
Desde Seúl, donde la historia y la modernidad se dan la mano, la Iglesia coreana se prepara para recibir al mundo con el corazón abierto, con la memoria de sus mártires y la fuerza de su juventud.
Un regreso con fuerza al continente asiático marca esta nueva etapa. Después de Manila y sus cinco millones de jóvenes reunidos con Juan Pablo II en 1995, la JMJ vuelve a Asia, a una tierra donde los católicos representan solo el 11% de la población. En Corea, forman una Iglesia minoritaria, pero "llena de vitalidad e iniciativas de todo tipo" y "enriquecida por el testimonio heroico de tantos mártires", de los cuales "emana aún una luz poderosa de fe y esperanza", explicó el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en septiembre de 2024 durante la presentación en Roma del logo y el tema de las jornadas.
La diócesis de Seúl ya dio oficialmente el pistoletazo de salida a la aventura de la JMJ con una misa celebrada el 28 de julio de 2024 en la catedral de Myeongdong, en pleno centro de la capital. Además, se unirá espiritualmente a Roma el próximo 7 de septiembre, fecha de la canonización del beato Carlo Acutis, ya que fue la primera diócesis en recibir reliquias suyas: concretamente, dieciséis cabellos del joven italiano, que fueron distribuidos entre los dieciséis diócesis del país durante el Año Santo. "Carlo Acutis se convierte en el primer joven en visitar Corea en espíritu", celebró la diócesis de Seúl en un comunicado publicado el pasado noviembre.
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