Congreso de Educación Católica en Chile: desafíos de la migración en Latinoamérica
Vatican News
En el Congreso de Educación Católica que se desarrolló en Arica, Chile, del 31 de julio al 1 de agosto, los entes vinculados a la formación en valores cristianos centraron su reflexión en la migración en Latinoamérica: “Fui Forastero y me recibieron: los desafíos de la migración para la educación religiosa”.
El evento contó con una asistencia de alrededor de 300 personas provenientes desde Illapel hasta el extremo norte del país, como también docentes provenientes de la ciudad de Tacna, Perú.
Monseñor Moisés Atisha, Obispo de la Diócesis de San Marcos de Arica, invitó a reflexionar en torno al fenómeno de la migración y su profundo impacto en la educación católica.
Con gran entusiasmo, vocación de servicio y compromiso con la educación católica, los participantes del encuentro abordaron diversas temáticas relacionadas con el fenómeno migratorio. Los diversos ponentes ofrecieron una mirada propositiva y aplicable a los entornos escolares, con especial énfasis en la perspectiva social, cultural, antropológica, y educacional.
Durante sus exposiciones, coincidieron en que la migración no debe entenderse como un paradigma abstracto, sino como una realidad concreta que interpela y enriquece a las comunidades educativas. Subrayaron la necesidad de revisar y fortalecer tanto los contenidos curriculares como la dimensión sociocultural de los proyectos educativos institucionales.
La jornada culminó con la celebración de la Eucaristía, en la homilía Monseñor Alberto Lorenzelli, director del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, hizo un llamado a adoptar una actitud nueva, al estilo de Jesús, con “ojos nuevos” y libres de prejuicios. Invitó a los docentes a educar en la fe, la hospitalidad y el reconocimiento de los milagros cotidianos que ocurren en la escuela, destacando la pedagogía del “fui forastero y me acogieron” como una experiencia profunda del Reino. “En este tiempo, ustedes son los profetas en su tierra. No tengan miedo de sembrar hospitalidad, justicia y fe”, concluyó.
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