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Presentación de la Hna. Simona Brambilla en la Asamblea de la UISG Presentación de la Hna. Simona Brambilla en la Asamblea de la UISG 

La UISG reafirma su misión en la vida consagrada: 60 años de esperanza

En la conmemoración del 60 aniversario de la UISG (Unión Internacional de Superioras Mayores), la Asamblea Plenaria reunió a religiosas de todo el mundo para reflexionar sobre el papel de la vida consagrada como esperanza transformadora en la Iglesia y la sociedad.

Sor Elaine Castro Matheuz - Ciudad del Vaticano 

La Hna. Simona Brambilla, en su intervención durante la asamblea, utilizó la metáfora de la luna para ilustrar el papel de la vida consagrada como un reflejo humilde, cercano y lleno de esperanza. La religiosa enfatizó que la luna, que ilumina en la oscuridad sin deslumbrar, simboliza la sencillez, la comunión y la misión de ser presencia amorosa en medio del mundo, acogiendo el sufrimiento y guiando hacia una conversión interior que permita a la misericordia de Dios transformar corazones y comunidades.

Esta imagen invita a las religiosas a ser luces de esperanza, reflejando la misericordia divina en la vida cotidiana, incluso en tiempos de dificultades y en medio de la pluralidad social y eclesial. La Hna. Marian Macías, Superiora general de la Congregación Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, enfatizó que "la vida consagrada tiene que ser ese reflejo de Dios en medio del mundo, próxima, cercana, presente, capaz de amar y acoger el sufrimiento y el dolor. El testimonio de mujeres que han entregado la vida es un signo profético del amor entregado".

La conversión hacia una identidad más profunda

Inspirada en el documento final del sínodo sobre la sinodalidad, Brambilla subrayó que la vida consagrada debe hacer una profunda revisión personal y comunitaria. La tentación de medir la eficacia por la propia luz, como el sol, debe dejar espacio para el reflejo humilde de la luna, que invita a contemplar y contagiar esperanza. La verdadera transformación, dijo, requiere una conversión del corazón, de las relaciones y del compromiso vocacional, abiertos a nuevas expresiones de misión.

En medio de este significativo acontecimiento, la UISG conmemora su 60 aniversario, momento que evidenció los desafíos actuales para el acompañamiento de la vida consagrada. La Hna. Thérèse Raad, SDC, responsable de comunicación de la organización, explicó la importancia de afrontar estos retos con fortaleza y compromiso: "La UISG enfrenta importantes desafíos en el acompañamiento a la vida religiosa, una vocación apasionante, pero a menudo compleja. Las reuniones nos brindan la fortaleza necesaria para afrontar los cambios que ocurren a medida que evolucionamos. Aunque a veces podemos sentirnos limitados por nuestra edad o experiencia, es fundamental mantener una profunda conexión en la comunidad".

XXIII Asamblea Plenaria de UISG
XXIII Asamblea Plenaria de UISG

Raad subrayó que el liderazgo en la vida consagrada requiere de un compromiso constante basado en la lealtad y la dedicación. Afirmó que el acompañamiento debe abordarse con una actitud abierta y receptiva, siempre buscando el bienestar de quienes forman parte de estas comunidades. En ese sentido, destacó que la vocación no debe ser vista solo como un reto, sino como una oportunidad de resistencia y crecimiento. "No se trata únicamente de permanecer en un lugar, sino de vivir plenamente nuestra vocación", afirmó. Además, resaltó la necesidad de que cada congregación reconozca su papel en el mundo y trabaje para dar mayor visibilidad a su quehacer, brindando apoyo y esperanza a través de sus acciones.

La esperanza que vive en las congregaciones

La Asamblea, celebrada en Roma bajo el lema "Vida consagrada: una esperanza que transforma", contó con la presencia de más de 900 religiosas de 75 países. Entre los invitados destacados, el Padre Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, resaltó la importancia de la vulnerabilidad: “Debemos recuperar nuestra fragilidad como punto de partida, la vida religiosa no puede existir sobre sí misma. Reconocer nuestra fragilidad nos ayuda a sostenernos en el Señor, porque para Él nada es imposible”.

Desde distintas partes del mundo, las religiosas compartieron su visión de la UISG como una esperanza concreta y renovadora en sus comunidades. La Hna. Lucina González Verón, Superiora general de las Hermanas Dominicas del Santísimo Sacramento de Paraguay, expresó: “Este encuentro enriquece muchísimo; sentimos el don de la comunión, compartiendo tantos dones que el Señor nos ha regalado… llevo para mi congregación esa fuerza espiritual que se vive en esta reunión”.

Participantes de la XXIII Asamblea Plenaria de UISG
Participantes de la XXIII Asamblea Plenaria de UISG

Asimismo, la Hna. Milagros Chaparro, Superiora general de la Fraternidad Misionera Verbum Dei Española, manifestó: “Todo lo que hemos recibido de UISG nos ha asesorado y acompañando en los retos actuales. Nos inspira a resaltar nuestros carismas y a ser hermanas unas con otras, fortaleciendo la fe y la fraternidad en medio de los desafíos”.

Este aniversario reafirma el compromiso de la vida consagrada como esperanza transformadora en la Iglesia y la sociedad, manifestándose como un testimonio vivo de la resurrección y portadora de la luz del Espíritu Santo que alimenta y revitaliza las periferias de la humanidad.

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06 mayo 2025, 14:41