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Sor Aguchita, misionera que dio su vida por la Amazon铆a Sor Aguchita, misionera que dio su vida por la Amazon铆a

笔别谤煤. En camino hacia la beatificaci贸n de Aguchita, m谩rtir de la misericordia

A pocos d铆as de la beatificaci贸n de la religiosa peruana Mar铆a Agustina Rivas L贸pez, m谩s conocida como Aguchita, el Vicario Apost贸lico de San Ram贸n, en 笔别谤煤, comparte con Vatican News una reflexi贸n sobre la figura de la religiosa de la Congregaci贸n de Nuestra Se帽ora de la Caridad del Buen Pastor y el magisterio del Papa Francisco.

Ciudad del Vaticano

Por el Padre Luis Alfonso Tapia Ibáñez, Vicariato Apostólico de San Ramón, Perú

Aguchita y Francisco

¿Qué tienen en común la nueva beata peruana, una sencilla religiosa, nacida en los andes peruanos, con el Papa Francisco, nacido en la capital de Argentina?

La Base común, que todos compartimos, es el Espíritu Santo recibido en el bautismo. El mismo Espíritu soplaba en su interior y les invitaba a ser fieles a la voluntad de Dios en sus vidas. Y este mismo Espíritu inspiró el acontecimiento eclesial más importante de este último siglo: el Concilio Vaticano II, imprescindible para comprenderlos a los dos.

鈥淐allejera de la fe en salida misionera鈥

El Papa Francisco nos presentó su 鈥減royecto pastoral鈥 en la Exhortación Apostólica 鈥淓vangelii gaudium鈥, heredera del Vaticano II, de la Exhortación 鈥淓vangelii Nuntiandi鈥 de san Pablo VI y del documento conclusivo de Aparecida.

El Papa sueña con una Iglesia en salida misionera, pedía a los cristianos ser 鈥渃allejeros de la fe鈥. Y ahí tenemos a nuestra Aguchita escapándose, terminadas sus responsabilidades oficiales, para salir a buscar a las mamás de un club de madres para organizarles talleres, enseñarles a tejer, cocinar, leer la biblia, hacer catequesis y un poco de cada. Escapándose también a conversar con aquellas señoras amigas que tienen problemas en su casa, una con el esposo violento o alcohólico, otra con el hijo drogodependiente, otra porque no le alcanza la plata, aquella porque tiene la hija enferma y un larguísimo etcétera.

Será callejera de la fe cuando vaya al caótico y peligroso mercado mayorista de la Parada, en Lima. Para todos tiene una palabra de aliento, una pregunta por su salud, su familia, el trabajo, el 鈥減roblemita鈥 que le contó la otra vez y por el que sigue rezando hasta ahora.

Nació pobre por cuna y vivió pobre por opción

El Papa Francisco sueña también con 鈥渦na Iglesia pobre para los pobres鈥. Aguchita no hablará de 鈥渙pción preferencial por los pobres鈥, pero sabe perfectamente que 鈥渓o que a uno de estos pequeños hicieron, a mí me lo hicieron鈥 y ha hecho esta opción desde que vivía en Coracora. Nació pobre por cuna y vivió pobre, por opción; dedicó todo su pastoreo al servicio de los pobres para ofrecerles una vida más digna y llevadera, donde Dios ocupe el lugar principal.

Dio su vida por amor a sus ovejas

No hablará de 鈥減astores con olor a oveja鈥, pero será ese amor que le quema en el corazón lo que la llevará a buscar a señoras y niñas, jovencitas y clubes de madres, familias y esposos, hijos y sobrinos, colonas y nativas, terroristas y militares, sin importar el día, ni la hora, la edad o la salud; todas son sus ovejas, encargadas con amor por su Amado Buen Pastor, por ellas dará su vida, primero día a día y un 27 de setiembre la dará para siempre, para todos.

Una vida contemplativa del don de la creación

En el 2015, veinticinco años después de la muerte de Aguchita, el Papa Francisco nos regala la Encíclica social 鈥淟audato si鈥, invitándonos al cuidado de la casa común. Aguchita no hablará de 鈥渆cología鈥 y menos de 鈥渆cología integral鈥, pero lo vivirá como fruto de una mirada contemplativa que sabe ver al Amado en todo, en todos, siempre. Una mirada que entiende, con el Génesis, que todo es fruto del amor de Dios y como todo regalo, cargado de afecto, debe ser utilizado y cuidado con cariño y esmero. Será recicladora creativa, reinventora de recetas para aprovechar los ingredientes que tenemos, sembradora de todo lo que pueda producir, técnica agropecuaria que saca pesticidas naturales, composteras, reutilizadora de todos los recursos a la mano. Y, sobre todo, enseñará a encontrar a Dios en la naturaleza, a disfrutar con una puesta de sol, el vuelo de los pájaros, grandes o pequeños, mariposas y cualquier volátil que se deje ver, a disfrutar con la siembra y la cosecha, las flores y los frutos, los enormes árboles de la selva y las pequeñas orquídeas solo visibles a ojos expertos y curiosos. Y lo más hermoso, lo más precioso de la creación, la niña de los ojos de Dios: el ser humano, en su grandeza y debilidad. La vida a su lado era un cielo anticipado, gracias a su mirada contemplativa.

鈥淎guchita mártir de la misericordia鈥

El mismo año, el Santo Padre nos regala con el 鈥淎ño de la Misericordia鈥, dimensión esencial de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor a la que pertenece Aguchita y que vivió toda su vida. El título de su primera biografía será: 鈥渕ártir de la misericordia鈥.

Derroche de cariño y paciencia por la familia

2014 y 2015 el Papa convocó dos Sínodos sobre la familia, publicando al año siguiente la Exhortación Postsinodal 鈥淎moris laetitia鈥, sobre el amor en la familia, invitando a la atención personalizada a las familias, parejas y novios, caminando juntos, evitando soluciones mágicas que no van al fondo del problema. Aguchita dedicó muchas horas a escuchar a las familias derrochando cariño y paciencia para ayudarlos y acompañarlos, conversando con padres e hijos, con la esposa y el esposo, juntos o por separado, además de llevarlos en su corazón a la oración con Dios. Insistía a las mamás diciéndoles que ellas son las mejores maestras de sus hijos, se preparó durante toda su vida para ayudar a esas familias a salir adelante, a superar problemas de pareja, económicos, con los hijos, de salud鈥 Su ingrediente secreto será el amor.

Sacar a la luz lo mejor de los jóvenes

En el 2018, un nuevo Sínodo y su Exhortación posterior 鈥淐hristus vivit鈥, nos invita también a hacer camino con los jóvenes, a escucharlos y acompañarlos en sus procesos. Toda su vida de religiosa, Aguchita, trabajó con jóvenes, en el internado, con madres gestantes y adolescentes, con las jóvenes religiosas, con el grupo juvenil en La Florida; siempre mostrando tacto y paciencia para sacar de ellos lo mejor.

鈥淟a Santa de la puerta de al lado鈥

En la fiesta de San José, del 2018, el Papa Francisco nos sorprende con la Exhortación Apostólica 鈥淕audete et exsultate鈥 sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. Como es su costumbre nos sorprende con nuevos y chispeantes términos. En este caso 鈥渓a Santa de la puerta de al lado鈥 y la 鈥渃lase media de la santidad鈥; cita en concreto 鈥渓a religiosa anciana que sigue sonriendo鈥. Y en el Capítulo Cuarto, titulado 鈥淎lgunas Notas de la Santidad en el Mundo Actual鈥 parece que hace una descripción de la vida de Aguchita: Aguante, paciencia y mansedumbre; Alegría y sentido del humor; Audacia y fervor; En comunidad; En oración constante

La beatificación de una amada del Señor

Nos ayuda el Papa a comprender que Aguchita no es una estrella fugaz en medio del firmamento de la Iglesia, solitaria; sino que ha sido levantada por Dios, utilizando a Sendero Luminoso, para mostrar un ejemplar de los miles de miles que existen de esa 鈥渃lase media de la santidad鈥. Así, su beatificación es la beatificación de miles de religiosas y de cientos de miles de madres de familia, que, como ella, han entregado su vida, día a día; han vivido su vida, como Jesús nos enseñó en la Última Cena, sirviendo a los pies; pero no como esclavas, sino como reinas, amadas y buscadas por todos, porque todos sabemos que podemos contar con ellas para lo que sea. Como lo hizo María y lo hizo San José de quienes era tan devota. No por casualidad, en el año de San José, fue aceptada su muerte como martirio. Y, al igual que en su vida en la tierra, donde daba preferencia a los enfermos, también desde el cielo, esperó un año más para su beatificación, preocupada por los muchos enfermos del Covid.

Su preocupación por la amazonia y los sacerdotes

En estos últimos años, la Iglesia universal se ha 鈥渁mazonizado鈥; y también en esto Aguchita se adelantó. A los 68 años, cumplió su sueño de ser misionera en la selva, trabajó con dos pueblos originarios, asháninkas y yaneshas, y dio su vida en la Amazonía.

Por último, no podemos obviar otra pasión y preocupación conjunta de Francisco y Aguchita: los sacerdotes. Ambos han conocido las glorias y las miserias de muchos sacerdotes, aunque desde puntos de vista muy distintos. Ambos fueron apoyados por sacerdotes para discernir su vocación, ambos han sufrido contemplando las miserias de muchos sacerdotes, ambos aman, oran y sirven a los sacerdotes.

Es el Espíritu Santo quien guía su Iglesia y estos ejemplos nos permiten comprobarlo, fortalecer nuestra pobre fe y afianzar nuestra frágil esperanza.

Gracias Señor, por Francisco y Aguchita, por tu Iglesia y por permitirnos formar parte de ella.

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26 abril 2022, 22:45