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Francisco en su visita a Chile, con los jóvenes en Santiago, comparó la fe con el celular cargado o descargado, conectado o desconectado.

鈥淒espués de un tiempo de camino o del 鈥榚mbale鈥� inicial, hay momentos en los que sin darnos cuenta comienza a bajar 鈥榥uestro ancho de banda鈥� y empezamos a quedarnos sin conexión, sin batería, y entonces nos gana el mal humor, nos volvemos descreídos, tristes, sin fuerza, y todo lo empezamos a ver mal 鈥揺xplicó-. Al quedarnos sin esa 鈥榗onexión鈥� que le da vida a nuestros sueños, el corazón comienza a perder fuerza, a quedarse también sin batería鈥�. 鈥淪in conexión, sin la conexión con Jesús, terminamos ahogando nuestras ideas, nuestros sueños, nuestra fe y nos llenamos de mal humor. De protagonistas 鈥攓ue lo somos y lo queremos ser鈥� podemos llegar a sentir que vale lo mismo hacer algo que no hacerlo. Quedamos desconectados鈥� Comenzamos a sentir que quedamos 鈥榝uera del mundo鈥�.鈥�

鈥淢e preocupa cuando, al perder 鈥榮eñal鈥�, muchos sienten que no tienen nada que aportar y quedan como perdidos. Nunca pienses que no tienes nada que aportar o que no le haces falta a nadie. Nunca. Ese pensamiento, como le gustaba decir a Hurtado, 鈥榚s el consejo del diablo鈥� que quiere hacerte sentir que no vales nada鈥� pero para dejar las cosas como están. Todos somos necesarios e importantes, todos tenemos algo que aportar鈥�.