Ruffini: Al servicio de los demás para seguir siendo humanos
Giada Aquilino - Ciudad del Vaticano
Leer y contar la historia "con la inteligencia del corazón, con la sabiduría del amor, sin confundir medios y fines, verdad y mentira, intuición y cálculo": en definitiva, "seguir siendo humanos" y "ser cada vez más humanos". Esta es la invitación dirigida por Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, en un mensaje a los participantes en el congreso trienal de la Union Catholique Africaine de la Presse (Ucap), que en Accra, Ghana, desde el pasado domingo hasta el 17 de agosto reflexiona sobre el tema Equilibrio entre el progreso tecnológico y la preservación de los valores humanos en la era de la inteligencia artificial.
Lo verdadero, lo justo, lo bello
En una época en la que las relaciones entre las instituciones y los pueblos han sido "radicalmente" transformadas por las redes sociales, cabe preguntarse "cómo los algoritmos, y las máquinas que los procesan, pueden servir a la humanidad, en la verdad, el conocimiento, la conciencia y la belleza", señaló Ruffini en el texto leído a los más de 150 delegados de 30 naciones por monseñor Janvier Yameogo, oficial de la Dirección de Teología Pastoral del mismo Dicasterio. La respuesta", añadió Ruffini, invitándoles a reflexionar sobre la relación "entre los seres humanos y los algoritmos", reside "en impedir que los algoritmos y sus procesadores creen un sistema de dominación que lo pulverice todo, ignorando lo verdadero, lo justo y lo bello", sacrificando la singularidad y la dignidad individuales.
Por otra parte, reflexionó, nos encontramos en una encrucijada: por un lado está la "dictadura de la máquina, impulsada por el pensamiento totalitario"; por otro, "la libertad humana, sin la cual no hay verdad". De ahí el llamamiento a reforzar la capacidad de los profesionales de los medios de comunicación para "educar a sus distintos públicos" en la necesidad de "promover y preservar" los valores humanos en un mundo "fuertemente influido por el progreso tecnológico, en particular la inteligencia artificial (IA)".
Con los demás
La comunicación es ante todo un "don recíproco de nosotros mismos", que surge de la relación que establecemos "unos con otros", señaló Ruffini. Y la comunión "es lo que nos hace miembros los unos de los otros": es el "secreto" de la comunicación de la Iglesia, en el espíritu del Sínodo sobre la sinodalidad. Hoy, cuando el planeta "se hunde" en una espiral de violencia y guerra, con dificultades cada vez mayores para "construir espacios de encuentro y diálogo, con vistas al bien común y a la paz", ninguna Iglesia o comunidad particular "puede pensar en vivir aislada": nuestro bienestar está "ligado" al de los demás.
Los vínculos espontáneos e "incluso informales" que la tecnología nos permite crear pueden verse entonces como "una riqueza y un recurso" para promover una experiencia cada vez más articulada "del nosotros eclesial" con conciencia y discernimiento", manteniendo al mismo tiempo una "adecuada gestión ética" de la inteligencia artificial y marcos normativos "centrados" en la persona humana, como ha subrayado recientemente el Papa León XIV.
El Nuncio: los trabajadores de los medios de comunicación como artífices de la paz
En su discurso de apertura, el Nuncio Apostólico en Ghana, el Arzobispo Julien Kaboré, recordó que "sólo la persona humana, creada por Dios y llamada a la comunión, posee la capacidad de buscar lo verdadero, desear el bien y alegrarse de lo bello". Recordando cómo la Iglesia considera el progreso tecnológico, "incluida" la inteligencia artificial, como un "noble fruto de la creatividad humana, eco de la imagen divina a imagen de la cual hemos sido creados", monseñor Kaboré señaló que no se pueden ignorar "las amenazas reales" que plantea una "desregulación", la "manipulación de las conciencias", la "erosión" de las relaciones auténticas, el "aplanamiento de la verdad en preferencias algorítmicas". De ahí el llamamiento a los trabajadores católicos de los medios de comunicación para que su trabajo esté "siempre enraizado en la dignidad inviolable de la persona humana y al servicio de una cultura del encuentro, la solidaridad y la verdad", con el corazón "abierto a la verdad, al amor y a Dios". En particular a los de África, el nuncio reiteró la "noble" misión de ser constructores de "paz y reconciliación".
Las aportaciones a la conferencia
En la presentación de la conferencia, el comité organizador había subrayado cómo los participantes se reunían "bajo la bandera de la fe, la colaboración profesional y un propósito común", y la Asociación de Periodistas de Ghana había calificado de "esencial" el compromiso de los trabajadores de los medios de comunicación de "anclar su trabajo en los valores perdurables de la verdad, la justicia, la responsabilidad y la compasión".
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