Grech a los Obispos del 笔别谤ú: Sean una Iglesia misionera que construye puentes
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
Poniendo en práctica la “conversación en el espíritu”, “su encuentro adquiere el carácter de un verdadero retiro espiritual, más que una simple reunión organizativa. Es un tiempo de gracia, en el que el Espíritu habla al corazón de la Iglesia a través del corazón de sus pastores”, este es el aliento que dirige del cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, a los Obispos del Perú reunidos en Lima, del 18 al 21 de agosto, en su 129ª Asamblea Plenaria Ordinaria.
La regla de oro de la conversación en el Espíritu
En su mensaje, leído este 19 de agosto, el cardenal Grech manifiesta su “profunda alegría” por la elección de los Obispos peruanos de “estudiar juntos el Documento Final del Sínodo”, así como por haber elegido “como regla de oro” para la Asamblea el método sinodal de las conversaciones en el espíritu.
“Me complace constatar que han elegido como regla de oro para su encuentro la "conversación en el Espíritu", un auténtico método eclesial que ha influido profundamente en el camino sinodal. Este estilo de escucha y diálogo, arraigado en la oración y la apertura al soplo del Espíritu Santo, ha transformado la manera misma de vivir la sinodalidad, hasta el punto de que podemos decir que el Sínodo se ha redefinido como conversación en el Espíritu”.
Un tiempo en el que el Espíritu habla al corazón de la Iglesia
Asimismo, el Secretario General del Sínodo destacó que, conversar en el Espíritu significa dejarse interpelar por las conmociones interiores que el Espíritu inspira en cada uno de ustedes y entre ustedes, prestando atención no solo a las palabras, sino también a los silencios, las intuiciones y las emociones espirituales que surgen del intercambio fraterno.
“Entre las múltiples voces, este método les ayudará a discernir la voz que viene de lo Alto, que guía las conversiones personales y comunitarias, inspira nuevas prácticas pastorales y sugiere las estructuras necesarias para que la sinodalidad se arraigue en sus Iglesias locales. Por esta razón, su encuentro adquiere el carácter de un verdadero retiro espiritual, más que una simple reunión organizativa. Es un tiempo de gracia, en el que el Espíritu habla al corazón de la Iglesia a través del corazón de sus pastores”.
Somos una Iglesia misionera que construye puentes
Finalmente, el Purpurado invita a los Obispos considerar, junto al Documento Final, las Orientaciones para la Fase de Implementación del Sínodo, que pueden ofrecer un marco de reflexión para que los frutos de su trabajo contribuyan a un discernimiento eclesial más amplio. Además, les recuerda las primeras palabras que el Papa León XIV dirigió al mundo entero la tarde del 8 de mayo.
“Somos «una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes y diálogo, siempre abierta a la acogida, ... con los brazos abiertos a todos, a todos los que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, nuestro diálogo y nuestro amor». Encomiendo su labor a la intercesión maternal de la Virgen María, Madre de la Iglesia y Estrella de la Evangelización. Que ella los acompañe con su ternura y los sostenga en su ministerio”.
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