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Un momento de la conferencia inaugural de la Asamblea General de la Federaci¨®n Internacional de Universidades Cat¨®licas, en Guadalajara, ²Ñ¨¦³æ¾±³¦´Ç. El arzobispo Gallagher ocupa el segundo lugar desde la izquierda. Un momento de la conferencia inaugural de la Asamblea General de la Federaci¨®n Internacional de Universidades Cat¨®licas, en Guadalajara, ²Ñ¨¦³æ¾±³¦´Ç. El arzobispo Gallagher ocupa el segundo lugar desde la izquierda. 

Gallagher: Las universidades cat¨®licas no son torres de marfil, sino centros de paz

El Secretario para las Relaciones con los Estados y los Organismos Internacionales intervino ayer, 28 de julio, en la conferencia inaugural de la Asamblea General de la Federaci¨®n Internacional de Universidades Cat¨®licas, en Guadalajara, ²Ñ¨¦³æ¾±³¦´Ç. El tema central de la conferencia fueron las universidades cat¨®licas como medio para "promover la paz mediante el di¨¢logo reflexivo, la reflexi¨®n ¨¦tica y el di¨¢logo respetuoso".

Lorena Leonardi - Ciudad del Vaticano

En el actual clima geopolítico, la diplomacia, "más desafiante y necesaria que nunca", ya no se limita a las cancillerías y los círculos de poder, sino que se extiende a los ámbitos de la cultura, la educación, la ciencia y las artes. Así, el intercambio académico, la investigación colaborativa y las alianzas educativas promueven el entendimiento internacional y abordan desafíos comunes. Estas fueron las palabras del arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, pronunciadas ayer, 28 de julio, en la conferencia inaugural de la Asamblea General de la Federación Internacional de Universidades Católicas en Guadalajara. La reunión puso fin a los compromisos de viaje del prelado, que comenzaron en México, el 24 de julio.

El papel de la diplomacia académica

En su discurso, el arzobispo Gallagher se centró en la relación entre las universidades católicas y la diplomacia académica, específicamente en cómo "construir la paz a través del conocimiento y el diálogo". Confesó que se sentía "incompetente" en este sentido, habiendo dedicado gran parte de su vida sacerdotal "no al estudio de la diplomacia, sino a su práctica". Sin embargo, le resultó útil extraer algunas lecciones aprendidas en este campo.

Las universidades católicas, y de hecho los representantes papales, siempre han sido "faros de conocimiento, fe y servicio a la humanidad", y en estos "tiempos turbulentos marcados por el conflicto y la guerra, la división y la desconfianza", dijo el prelado vaticano, están llamadas a reafirmar su vocación de "constructoras de paz, colaboradoras en la construcción de puentes de entendimiento entre culturas, religiones y disciplinas". Desde esta perspectiva, las facultades pueden "desarrollar de forma única la diplomacia académica como medio para promover la paz a través de un compromiso reflexivo, la reflexión ética y el diálogo respetuoso".

Otro momento de la conferencia en Guadalajara, México
Otro momento de la conferencia en Guadalajara, México

La dignidad de la persona, origen y objetivo

Lejos de ser "una institución más en el mercado global de las ideas", y mucho menos "católica solo por la cantidad de crucifijos en sus paredes o las celebraciones en su capilla", una universidad verdaderamente católica ¡ªcomentó el arzobispo¡ª es un lugar donde "la búsqueda de la verdad está en armonía con la certeza de la fe", la razón y la revelación "van de la mano", y la dignidad de la persona humana es "tanto el punto de partida como la meta final".

Con una breve  reflexión histórica  para respaldar su afirmación ¡ªcitando a Santo Tomás de Aquino y las prósperas universidades medievales¡ª Gallagher enfatizó cómo una educación verdaderamente católica no es aislada, sino "extrovertida" y comprometida con la "búsqueda universal de la verdad". Hoy, por lo tanto, en un mundo inundado de "relativismo y polarización", esta identidad católica profundamente arraigada ¡ªy, por lo tanto, "universal"¡ª constituye un "poderoso recurso". La concepción antropológica que ve a toda persona, independientemente de su raza, religión, nacionalidad o condición, a imagen y semejanza de Dios, dotada de razón y conciencia, y destinada a la comunión es, explicó, una "base sólida" sobre la que construir la paz a través del diálogo.

Plantando "semillas de paz"

Desde esta perspectiva, los intercambios académicos no solo imparten experiencia, sino que también abren perspectivas del mundo, cuestionan prejuicios y forjan amistades. Estas, enfatizó el Secretario de Relaciones con los Estados, son "semillas de paz" que se siembran en aulas, laboratorios, residencias y bibliotecas.

Recordando sus años de estudiante en la Gregoriana, Gallagher expresó su convicción de que "toda universidad puede ser una especie de misión diplomática", no una "torre de marfil desconectada de la realidad", sino un participante activo en la construcción de una cultura de paz. Esto, aclaró, "es intrínsecamente interdisciplinario", porque solo el "intercambio mutuo" enriquece a todas las partes y contribuye al desarrollo de líderes capaces de guiar a sus sociedades "con sabiduría y compasión".

Áreas vitales de estudio

Según el prelado, dos áreas de estudio son vitales para la diplomacia académica: primero, los principios del derecho internacional y los derechos humanos fundamentales, y segundo, el estudio de temas más amplios. Respecto al primer aspecto ¡ªderecho internacional y derechos humanos¡ª, muchos de los desafíos de la guerra y la paz en el mundo actual «solo pueden abordarse de forma sostenible mediante el retorno a estos principios y su aplicación», mientras que, si se ignoran, situaciones ya de por sí difíciles pueden «deteriorarse rápidamente y con consecuencias terribles». En segundo lugar, el orador enfatizó que la diplomacia requiere especialistas, pero también necesita «generalistas que busquen una visión amplia y matizada».

Finalmente, el arzobispo reafirmó el compromiso de la Santa Sede de colaborar con la comunidad internacional en un espíritu de «diálogo franco», neutralidad de principios y construcción de puentes: «En nuestros esfuerzos, promovemos la paz, defendemos la dignidad humana y damos voz a quienes no la tienen, especialmente a los pobres, los desplazados y los marginados», concluyó.

 

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29 julio 2025, 17:31