Semeraro: El amor gratuito es el cumplimiento de la fe
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos y representante del Papa, presidió la misa de beatificación de 15 religiosas de la Congregación de Santa Catalina Virgen y Mártir en Braniewo, Polonia, el sábado 31 de mayo de 2025. Estas religiosas, lideradas por Christophora Klomfass, fueron martirizadas hace 80 años durante la invasión soviética en Polonia. Semeraro describió a las religiosas como “voces de conciencia que no se pueden silenciar” y como profetisas de paz, un mensaje siempre actual. "Hoy, con su testimonio, nos recuerdan el valor eterno de Dios y del bien, mientras que aquellos que las asesinaron son recordados solo por la brutalidad del mal que cometieron", expresó el cardenal.
Semeraro destacó que estas religiosas fueron un modelo de santidad “que nace de la oración, la Eucaristía y la Confesión, no del prestigio”. Además, subrayó que su testimonio nos invita a vivir con perdón y conversión, promoviendo la paz, la fraternidad y el respeto por la libertad de los demás. "Nos invitan a perdonar, a eliminar la tristeza del rencor y el odio, y a vivir en paz y fraternidad", dijo Semeraro.
El sufrimiento por la fe
Las religiosas fueron martirizadas debido a su fe. Christophora Klomfass fue la primera en morir, el 21 de enero de 1945, a los 41 años. Una semana después, el 27 de enero, sus compañeras Sekundina Rautenberg y Adelgard Bönigk fueron capturadas por soldados rusos y arrastradas por las calles de Rastenburg (hoy K?trzyn), lo que les causó la muerte.
La violencia, los maltratos y las marchas forzadas no fueron suficientes para doblegar su fe. Mauritia Margenfeld, por ejemplo, fue abusada repetidamente por los soldados y luego obligada a marchar durante días hasta llegar a un campo de concentración, donde murió a causa de los maltratos. La última en fallecer fue Saveria Rohwedder, quien fue golpeada hasta la muerte por un soldado ruso por el simple hecho de llevar su hábito religioso. En sus últimos momentos, ella perdonó a su verdugo, diciendo: “Yo te perdono”.
La persecución de los cristianos hoy
El cardenal Semeraro reflexionó sobre el martirio contemporáneo, señalando que aunque hoy la persecución de los cristianos es “más sutil”, sigue existiendo. A menudo, esta persecución se manifiesta en una "acción adversa, falsa y ridiculizadora" que inunda las mentes y corazones a través de los medios de comunicación y la cultura. "El verdadero martirio de hoy", dijo Semeraro, "es oponerse a esta cultura del odio, un compromiso que tiene consecuencias para todos aquellos que promueven una educación fiel al mensaje de Cristo y a la promoción de una verdadera humanidad".
La fuerza de la debilidad: un testimonio de fe
El cardenal Semeraro destacó que la brutalidad con la que los soldados del Ejército Rojo actuaron contra las religiosas parecía no tener límites, ya que no se hicieron escrúpulos en pisotear la dignidad humana ni respetaron su estado de consagradas. Sin embargo, las religiosas demostraron una gran perseverancia y, con la fuerza de su debilidad, se opusieron a la violencia y el mal con un verdadero testimonio de fe. "A pesar de las atrocidades, ellas se mantuvieron firmes en su misión, mostrando que el bien siempre triunfa sobre el mal", afirmó el cardenal.
Semeraro también recordó que las religiosas pudieron haberse puesto a salvo, pero eligieron quedarse con las personas a las que cuidaban, demostrando que “la caridad, el amor desinteresado por Cristo y por los hermanos, es el cumplimiento de la fe”. Para ellas, la fe no era solo un acto de palabras, sino una acción diaria, incluso en las circunstancias más difíciles.
El amor evangélico vence la ideología del odio
En contraste con la ideología del odio y la violencia, las religiosas demostraron que "el bien siempre triunfa sobre el mal" y que el mensaje del amor evangélico vence la "ideología del odio y la violencia". Su testimonio mostró que, frente a aquellos que sustituyen al verdadero Dios por ídolos humanos, el amor y la caridad siguen siendo la respuesta.
Finalmente, el cardenal Semeraro hizo un llamado a la paz, destacando que la beatificación de estas religiosas podría ser “una invocación de paz para todo el mundo”, especialmente en el contexto de la guerra que está ocurriendo en Ucrania, tan cerca de Polonia. "¡Nunca más la guerra!", exclamó, recordando el llamado del Papa León XIV a la paz en su Regina Caeli del 11 de mayo, especialmente donde la guerra golpea con dureza a los inocentes, muchos de ellos niños.
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