La voz del Papa: La ´Ç°ù²¹³¦¾±¨®²Ô que transforma
Vatican News
16.- El que reza es como un enamorado: lleva siempre en el corazón a la persona amada, vaya donde vaya. Por eso, podemos rezar en cualquier momento, en los acontecimientos de cada día: en la calle, en la oficina, en el tren; con palabras o en el silencio de nuestro corazón.
La oración nos va transformando: calma la ira, mantiene el amor, multiplica la alegría, infunde la fuerza de perdonar. En la oración se nos concede la gracia para afrontar cada día con esperanza y valentía, como llamadas de Dios y ocasiones para encontrarnos con Él. Además, la oración nos ayuda a amar a los demás, conscientes de que todos somos pecadores y, al mismo tiempo, amados personalmente por el Señor. Somos seres frágiles, pero sabemos rezar: esta es nuestra mayor dignidad.
(...) Por tanto, recemos por todo y por todos: por nuestros seres queridos, y también por las personas que no conocemos, incluso por nuestros enemigos. Recemos especialmente por los que más sufren a causa del dolor y la enfermedad, de la soledad y la precariedad. Rezando y amando así este mundo, amándolo con compasión y ternura, como Jesús, descubriremos que cada día lleva escondido en sí un fragmento del misterio de Dios.
Producción y locución de Alina Tufani Díaz