El Papa al cardenal Rodríguez Maradiaga: “No pierdas la paz. Yo estoy en paz”
Patricia Ynestroza - Ciudad del Vaticano
El cardenal Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa Honduras, relata que su amistad con el Papa Francisco comenzó cuando Jorge Bergoglio fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires y se profundizó durante la Conferencia del Episcopado en Aparecida en 2007, donde trabajaron juntos estrechamente.
"El Papa Francisco: un testimonio de humildad y fraternidad que marcó mi vida"
El purpurado destaca al Papa como un religioso ejemplar, austero, cercano y profundamente humano, cuya vida ha estado marcada por acciones concretas a favor de los pobres y marginados, como la reforma de la Limosnería Apostólica en el actual Dicasterio de la Caridad y la creación de servicios para personas sin hogar, en los alrededores de la Plaza de San Pedro.
"Francisco me enseñó a no perder la paz, incluso en la tormenta"
El purpurado comparte una anécdota personal que lo marcó: durante la clausura de la Jornada Mundial de la Familia en Irlanda, tras la publicación de una carta polémica contra el Papa, sintió ira, pero encontró consuelo y enseñanza en las palabras de Francisco: "No pierdas la paz. Yo estoy en paz". Esta enseñanza ha acompañado al purpurado desde entonces.
La sinodalidad. Sus llamados a la unidad al pueblo hondureño
Sobre el legado del Papa, subraya que el proyecto de la sinodalidad es central y continuará influyendo en la Iglesia. Para Honduras, el legado ha sido un llamado constante a la fraternidad, unidad y superación del odio y la división.
Entrevista completa:
Tenemos con nosotros al cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa, Honduras, le damos la bienvenida. Eminencia, en primer lugar, cómo fue su primer encuentro que hizo nacer esta amistad.
Bueno, se remonta a cuando él fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires. El presidente del Celam, era el cardenal Antonio Quarracino, (ndr. fue presidente del 1983 al 1987, cuando era Obispo de Avellaneda, Argentina), ya difunto, que, precisamente, me contó que iba a ser ordenado el ex Provincial de los jesuitas en Argentina, el padre Jorge Bergoglio. Luego yo tuve ocasión de acompañarlo cuando tomó posesión ya como arzobispo de Buenos Aires, especialmente en la Conferencia General del Episcopado en Aparecida, (ndr. del 13 al 31 de mayo del 2007) pues él era el jefe de la Comisión de redacción del documento final y yo era uno de los miembros. De tal manera, que allí pudimos profundizar muchísimo y dialogar tanto y escribir, nos hicimos muy amigos.
Qué le dejó el Papa Francisco como ser humano y como religioso
Bueno, un religioso ejemplar, que vivió sus santos votos de manera heroica. Viendo lo que es el Santo Padre, su austeridad, en los vestidos, en el calzado, en el uso de los medios (de transporte), un hombre que verdaderamente vivió sus santos votos com un religioso ejemplar. Al mismo tiempo, una persona humana tan cercana, tan humana, valga la redundancia, un ser humano enormemente humano, que se conmovía en medio de la Plaza de San Pedro a acercarse a uno que estaba en su cara lleno de tumores, y darle un beso. En medio de tantos miles de personas que estaban allí. Y él, soy testigo, cuando decidió reformar la que se llamaba Limosnería Apostólica, cuando, precisamente nombró al cardenal Krajewski como el encargado de esa oficina que ahora se llama Dicasterio de la Caridad del Papa, y antes era una pequeña oficina para dar limosna a los pobres que se acercaban, se llamaba Limosnería Apostólica, ahora eso se acabó, ahora es el Dicasterio de la Caridad del Papa, algo excepcional. Luego, cuando dispone de hacer esas duchas, esos servicios servicios para los "barbones" de la calle, algo que a nadie se le había ocurrido, y le dice al cardenal Krajewski, tu misión comienza no a las nueve de la mañana en una pequeña oficina, tu misión comienza a las diez de la noche, debajo de los puentes, con los que están durmiendo en las aceras, eso, ha sido una constante en el pontificado del Papa Francisco, y que, hoy día los medios no han enfatizado lo suficiente. El Papa no sólo hablaba a favor de los pobres sino que actuaba. Todos recordamos que su primera visita fue a Lampedusa (ndr. isla italiana) y después, cuando fue a Oriente Medio, a varios lugares, como siempre se preocupó por los inmigrantes, por los que no tenían a nadie que cuidara de ellos. Cuando precisamente celebraba su cumpleaños, invitaba algunos pobres a comer con él y a partir el pastel. Ciertamente, son cosas que no se improvisan, es toda una vida entregada al amor..
Una anécdota que le recuerde personalmente en su largo tiempo de amistad...
¡¡¡muchísimas!! ¡pero muchísimas!! por ejemplo, y una que me marcó muchísimo, fue en la clausura de la Jornada Mundial de la Familia en Irlanda. Aquello estaba preparado ya para una misa preciosa, y resulta que poco tiempo antes publican una carta, infame, del entonces Mons. Viganó, pidiendo la renuncia del Papa, yo sentí, pocas veces yo me enojo, pero allí si sentí mucha ira, porque yo conocía a este señor, (Mons. Viganó) que fue verdaderamente muy bien tratado mientras fue Secretario del Governatorato y luego Nuncio apostólico en Washington. Entonces, yo me sentía mal, hasta tal punto que en la misa dije: Señor perdóname pero no voy a comulgar, porque no puedo comulgar con esta ira que siento. Pero después de la Consagración, yo sentí y dije: Señor, perdóname, me voy a confesar después, pero no le voy a dar gusto al diablo, y voy a comulgar.Terminó la Santa misa, y se nos hizo señal de que podíamos ya entrar por una cortina que estaba atrás. Y mi sorpresa, allí estaba el Santo Padre esperándonos, éramos siete cardenales. Cuando yo lo saludé le dije: ¡Ay Santidad, estoy furioso! y me dijo: No pierdas la paz. Yo estoy en paz. Y eso para mí fue una enseñanza que me ha ayudado tantísimo en tantas otras cosas, y lo considero como un regalo, y ahorita mismo, lo siento a él diciéndome lo mismo: No pierdas la paz. Yo estoy en paz.
Maravilloso este legado que le ha dejado. Habrá algo que sintió que le faltó al Papa Francisco por hacer
Bueno, el proyecto central se llama el sínodo. La sinodalidad. Yo me maravillo cómo aún estando en el hospital él pensó que la manera de llevarlo adelante era en este próximo trienio, cuando él le escribe al Cardenal Grech, y le dice que por los próximos tres años, no tendremos un sínodo con ningún otro tema, sino que seguirá profundizando la sinodalidad. Para mí esto es central, y el Papa lo seguirá animando desde el Paraíso.
Qué siente que Honduras recibió como legado del Papa Francisco
Constantemente una llamada a la fraternidad, a la unidad, a la comprensión, a trabajar armónicamente no cacofónicamente, o sea, la unidad del pueblo es indispensable. En Honduras no podemos seguir divididos por el odio, por la pequeñez moral, al contrario, Honduras puede alcanzar metas superiores si es capaz de vivir como hermanos, que vivamos como hermanos, no como enemigos.
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