El mundo necesita el arte y ciudades refugio para todos
Paolo Ondarza – Ciudad del Vaticano
Una "ciudad refugio" para librar al mundo del egoísmo y el rechazo del otro. Así definió Francisco el arte en su .
Crear reconciliación
La imagen de la "ciudad de refugio", explicó el Obispo de Roma, está tomada del código deuteronómico. Y añadió que son una institución bíblica "destinada a impedir el derramamiento de sangre inocente y a moderar el ciego deseo de venganza, a garantizar la protección de los derechos humanos y a buscar formas de reconciliación".
Desobedecer al régimen de violencia y discriminación
Es el egoísmo, prosiguió el Papa, "lo que nos hace funcionar como islas solitarias en lugar de archipiélagos colaborativos". El arte está llamado a ser una ciudad que "desobedece el régimen de violencia y discriminación para crear formas de pertenencia humana capaces de reconocer, incluir, proteger y abrazar a todos":
Un encuentro en casa, entre amigos
"Junto a ustedes no me siento un extranjero, me siento en casa”, dijo el Pontífice a los artistas a los que confió que había querido encontrarse con ellos en la Bienal para "corresponder a una visita, como es buena costumbre entre amigos". La referencia fue al encuentro en la Capilla Sixtina del pasado 23 de junio: "Ahora soy yo quien viene a su casa, para sentirme aún más cerca de ustedes y agradecerles lo que son y lo que hacen".
La mirada contemplativa del arte
Francisco reflexionó sobre el título del pabellón: Con mis ojos. "Todos –observó – tenemos necesidad de ser mirados y de atrevernos a mirarnos a nosotros mismos. Jesús es el Maestro que mira a todos con la intensidad de un amor que no juzga, sino que sabe estar cerca y animar".
El mercado que vampiriza la creatividad
Por ello, el Santo Padre hizo un llamamiento urgente a los artistas "llamados a ir más lejos" y les pidió que distingan el arte del mercado:
A la escucha de lo femenino
Por último, desde la cárcel de mujeres de la isla de la Giudecca, un pensamiento para las artistas como Frida Khalo, Corita Kent o Louise Bourgeois: "Nadie tiene el monopolio del dolor humano, pero hay una alegría y un sufrimiento – señaló Francisco – que se unen en lo femenino de forma única y que debemos escuchar, porque tienen algo importante que enseñarnos":
A los artistas, el Pontífice les dejó una "pregunta que impulsa hacia el futuro", para guardarla en el corazón. Es la pregunta dirigida por Jesús a la muchedumbre, a propósito de Juan el Bautista: ¿Qué fueron a ver en el desierto? (Mt 11, 7-8).
Saludo del cardenal Tolentino
El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación y encargado del Pabellón de la Santa Sede en la Bienal de Arte de Venecia, saludó al Santo Padre a su llegada a la Capilla de la cárcel:
"Su visita – dijo el purpurado, refiriéndose a lo que se ha descrito como un divorcio entre el arte y la Iglesia en la época contemporánea – inaugura una nueva era en la relación entre la Iglesia y las artes y pone de manifiesto el deseo de implantar un nuevo estilo, en el que las convergencias plurales se entretejan en libertad y se aprecie más la parte del auténtico camino que podemos hacer juntos que la afirmación obsesiva del poder".
Inquilinos, no dueños de casa
"Este pabellón – continuó el cardenal Tolentino de Mendonça – da fe de ello. No buscamos a los artistas más cómodos. No quisimos construir una trinchera ni aislarnos en una visión. Al contrario, la invitación es a que cada uno vea con sus propios ojos. En este sentido, hemos optado por ser inquilinos y vecinos, en lugar de dueños de casa".
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