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OIEA, Grossi: La urgencia es evitar el uso de las armas nucleares

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi, en entrevista con los medios vaticanos luego de encuentro con el Santo Padre, valora el mensaje del Papa León XIV sobre la paz y el desarme nuclear.

Johan Pacheco – Ciudad del Vaticano

Luego de su encuentro con el Santo Padre, este viernes 5 de septiembre, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, en entrevista con los medios vaticanos compartió valoración sobre la importancia de los llamados a la paz y el desarme nuclear.

“Tuve oportunidad de mencionar esto hoy al Santo Padre en el sentido de no olvidar que, más allá de que el desarme es el objetivo final al que todos aspiramos, la urgencia de la hora es evitar el uso de las armas nucleares que existen y que más países accedan a las armas nucleares”, expresó Grossi.

Entrevista en Radio Vaticano – Vatican News al director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)
Entrevista en Radio Vaticano – Vatican News al director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)

Se reunió este 5 de septiembre con el Santo Padre, el Papa León XIV, y ha escuchado sus diversos llamamientos también en favor de la paz, "desarmada y desarmante". ¿Cómo resuenan en usted estos llamamientos, teniendo en cuenta su misión principal, el organismo internacional de la energía atómica, de evitar estos conflictos que pueden hacer daño a la humanidad? 

Resuena muy fuertemente, resuena fuertemente en primer lugar como persona, como individuo, pero también resuena profesionalmente, si lo puedo decir así, porque tener, contar con la voz del Santo Padre, uno de los más grandes líderes espirituales del mundo, más allá de los católicos como nosotros, pero para todo el mundo, que desde el comienzo, porque creo que esta fue una de sus primeras manifestaciones públicas como Pontífice, que ponga el foco, él, en esta cuestión, para nosotros es de un inmenso valor, porque luego a nosotros nos corresponde, más humildemente, declinar técnicamente en el trabajo de inspecciones nucleares, en el trabajo de asegurar la seguridad de las plantas nucleares, este nobilísimo principio que se sitúa por encima. 

¿Considera que todas las centrales nucleares del mundo son bombas potenciales en los países en guerra? Y si es así, ¿cómo se pueden proteger? ¿Qué dice el derecho internacional? 

No, en absoluto, las centrales nucleares aportan desarrollo, aportan bienestar, constituyen realmente un aporte muy importante, que además no afecta el clima, y por eso también hay un gran interés en la energía nuclear en este momento, contrariamente a décadas pasadas. El problema es el uso de la fuerza, el uso de la fuerza afectando cualquier tipo de infraestructura. Si una acción militar se dirige a una planta química o petroquímica, también puede causar un desastre tremendo desde el punto de vista ambiental. Existe esta inquietante situación por la cual en una guerra se ha hecho uso de una central nuclear, o sea, se ha ocupado una central nuclear y se ha convertido un poco en un magneto, en un imán de la actividad militar. Y es por esto que desde el Organismo Internacional de Energía Atómica inmediatamente intervinimos. En lugar de hablar sencillamente o de poner en las redes sociales mensajes críticos, nos desplegamos allí, fuimos allí. Establecimos una misión técnica que aún hoy, a más de tres años del inicio del conflicto, está permanente allí, velando por la seguridad de esa instalación nuclear, dando información veraz. Vivimos en un mundo donde la información falsa es un elemento nuevo y muy inquietante de la realidad internacional, entonces poder contar las cosas como realmente son es indispensable. Y también, ya en un plano más general, ya que usted lo planteó así, el Organismo Internacional de Energía Atómica vela por la aplicación de los más altos estándares de seguridad en todos los países que tienen energía nuclear, que son más de 30. 

Las principales potencias nucleares también, como sabemos, están hoy involucradas en uno o varios conflictos y se están rearmando. ¿Cuál es su valoración del riesgo de recurrir a estas armas nucleares? 

Bueno, esto es justamente una de las características más inquietantes de la realidad internacional y acaso la que motivó al Papa León a mencionarlo inmediatamente al comienzo de su pontificado. Vemos que, contrariamente a lo que venía sucediendo, donde había, si bien no a una gran velocidad, había una relativa reducción de los arsenales nucleares de las grandes potencias, ahora vemos que ese proceso es todo lo contrario. Quienes tienen las armas nucleares están haciendo más armas nucleares y además lo dicen en forma totalmente abierta y desembosada. Y quienes no las tienen y las podrían tener, piensan en tenerlas y muchos de ellos lo dicen. Es por eso que debemos tratar de que este régimen de no proliferación, cuyo brazo ejecutor es el Organismo Internacional de Energía Atómica, a través del régimen de inspecciones que tenemos de toda la actividad nuclear, se vea reforzado. Tuve oportunidad de mencionar esto hoy al Santo Padre en el sentido de no olvidar que, más allá de que el desarme es el objetivo final al que todos aspiramos, la urgencia de la hora es evitar el uso de las armas nucleares que existen y que más países accedan a las armas nucleares.

Teniendo en cuenta que ninguna potencia nuclear es inmune a una convulsión política, que también lo lleve a un régimen bélico, ¿en base a qué criterio es posible hoy en día impedir que un país se dote precisamente de estas armas nucleares? 

Los países que las tienen, las tienen y deberían reducirlas o no usarlas, que es lo que acabamos de mencionar recién. Con relación al resto del mundo, es para esto que la comunidad internacional se ha dado un instrumento internacional, un acuerdo, un tratado, que es el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, que se firmó hace más de 50 años. Y por ese tratado lo que se acordó fue justamente esto, utilización de la tecnología nuclear con fines pacíficos si, desarrollo de armas nucleares no. Y para esto una institución, el OIEA, que controla que todo ese material nuclear, que un país, por ejemplo el país de donde yo provengo, la Argentina, que tiene centrales nucleares, todo ese material nuclear que podría ser utilizado para nucleares no lo sea. Y que exista un régimen de control y de responsabilidad internacional. Y esto es lo que debemos reforzar. Sobre todo también, y discúlpeme que agregue un problema más a lo que usted mencionó, en un momento donde hay un gran cuestionamiento del multilateralismo, donde los instrumentos internacionales, las organizaciones internacionales, son objeto de una crítica muy acerva. Y justamente tenemos que tratar de preservar aquellas que funcionan. 

El mundo ha avanzado en el desarme nuclear, en particular también con el tratado de reducción de armas estratégicas. Los primeros en firmar fueron Estados Unidos y la Unión Soviética. ¿Esta esperanza de desarme parece actualmente lejana? ¿Es posible un cambio de tendencia en el contexto actual? 

Yo creo que más que posible es indispensable. Porque lo que estamos observando es aquello de lo que veníamos mencionando. Este crecimiento. Y por supuesto los arsenales nucleares más grandes hasta hoy son los de los Estados Unidos y la Federación de Rusia. Existían esos acuerdos, como los acuerdos START y otros, que han ido gradualmente cayendo en desuetudo, llegando al fin de su vida, de su vigencia legal. El último que quedaba tendrá el fin de su vida jurídica en febrero de 2026. Y por lo tanto es importante que se retomen esas adaptativas. En este sentido creo que es importante mencionar que en la cumbre de Alaska, el presidente Putin y el presidente Trump evocaron esta cuestión. Aún no se ha comenzado una tarea dedicada en este aspecto, pero al menos el tema no ha sido ignorado. Y creo que cabe a todos nosotros, y en particular a los que tenemos alguna responsabilidad institucional, recordarlo. Y por supuesto el Papa, que desde el plano espiritual lo ha hecho con gran sentido de la oportunidad.

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05 septiembre 2025, 16:25