Zuppi y De Paz: responsabilidad compartida por la paz en Gaza
Stefano Leszczynski – Ciudad del Vaticano
Ante la devastación de la guerra en la Franja de Gaza, decimos con una sola voz: que cesen las armas, las operaciones militares en Gaza y el lanzamiento de cohetes hacia Israel. Que se libere a los rehenes y se devuelvan sus cuerpos. Que se alimente a los hambrientos y se atienda a los heridos. Que se permitan los corredores humanitarios. Que cese la ocupación de tierras destinadas a otros. Retomemos el camino del diálogo, única alternativa a la destrucción. Condenemos la violencia. La declaración conjunta del arzobispo cardenal Matteo Zuppi y el presidente de la Comunidad Judía de Bolonia, Daniele De Paz, «Sobre la guerra en Gaza y la responsabilidad compartida por la paz», publicada por la diócesis, se emite conscientes de la gravedad del momento actual y de la responsabilidad moral que nos une como creyentes y como ciudadanos.
Ya basta de guerra
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y el presidente de la Comunidad Judía de Bolonia expresan su condena conjunta ante cualquier acto terrorista contra civiles indefensos y exigen el restablecimiento del respeto a la ley, única garantía de encuentro y confianza. «Ninguna causa puede justificar la masacre de inocentes», afirma la declaración conjunta. «Demasiados niños han muerto. Ninguna seguridad se construirá jamás sobre el odio. La justicia para el pueblo palestino, al igual que la seguridad para el pueblo israelí, solo puede lograrse mediante el reconocimiento mutuo, el respeto de los derechos fundamentales y la disposición a dialogar».
El grito de una humanidad herida
¡No más guerra! Es el clamor de una humanidad que no quiere ni puede acostumbrarse al horror de la violencia, escriben el cardenal Zuppi y el presidente De Paz. «Es el clamor de palestinos e israelíes y de todos los que siguen creyendo en la paz». Pero no pensemos que este es un problema limitado a lo que ocurre en Oriente Medio; de hecho, la declaración reitera claramente el rechazo a «cualquier forma de antisemitismo, islamofobia o cristianofobia que explote el dolor y solo siembre más odio».
El llamamiento que surge desde Bolonia
El dolor une, no divide. El dolor no debe causar más dolor. El diálogo no es debilidad, sino fuerza. Precisamente a partir de estas reflexiones, explican los autores de la Declaración, puede dar sus primeros pasos un camino de paz y diálogo, y esa responsabilidad debe ser compartida. Por ello, se pide a las instituciones italianas e internacionales «valentía y claridad para abrir espacios de encuentro» capaces de involucrar a todos.
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