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Hermana Mar¨ªa Marthe Placius, misionera en ±á²¹¾±³Ù¨ª  Hermana Mar¨ªa Marthe Placius, misionera en ±á²¹¾±³Ù¨ª   #SistersProject

Las religiosas de ±á²¹¾±³Ù¨ª trabajan para aliviar el sufrimiento de su pueblo

Las religiosas en ±á²¹¾±³Ù¨ª dedican su vida a la atenci¨®n en salud, educaci¨®n y apoyo psicol¨®gico. La Hermana Mar¨ªa Marthe Placius vive su consagraci¨®n, confiando en que, aunque su ayuda sea peque?a, Dios puede multiplicarla y transformar el sufrimiento en esperanza y milagros.

Sor Elaine Castro Matheuz

Las religiosas han sido un abrazo de esperanza para el pueblo haitiano en medio de una situación sumamente difícil. Haití enfrenta una problemática profunda de pobreza extrema, desastres naturales, violencia, desplazamiento forzado y una crisis de salud que afecta a toda la población. La urgencia por atención médica, educación, apoyo psicológico y ayuda humanitaria es cada vez mayor, y las religiosas se han dedicado a responder a esas necesidades, ofreciendo no solo remedios y alimento, sino también caridad y dignidad. En medio de este entorno, se encuentra la Hermana María Marthe Placius, cuya historia ejemplifica el trabajo de muchas religiosas que día a día entregan todo por amor a su pueblo.

La misión nace de una invitación: "Denle ustedes de comer"

La misión de la hermana María Marthe Placius, comenzó con una simple invitación de Jesús: ¡°Denle ustedes de comer¡±. Estas palabras se han convertido en un eco ante la profunda vulnerabilidad de su pueblo. Desde la zona Croix des Bouquets, en Puerto Príncipe, ha respondido como los discípulos: ¡°aquí no tenemos más que dos panes y cinco peces¡­ No tengo mucho, pero Dios puede trabajar y hacer crecer lo que estoy dispuesta a ofrecerle para la realización de su obra¡±.

La hermana María Marthe, en su testimonio sincero, narra: ¡°me dio miedo de cruzar mis brazos, sin aportar algún consuelo a mi gente que está sufriendo y gritando sus dolores¡±.
En medio de caos, la mirada compasiva de Dios devuelve al hombre su dignidad, tejiendo el nuevo traje de salvación, ese que se lleva en el interior y que genera esperanza. A través del servicio comunitario de la misión: ¡°logramos mantener vivas nuestras obras, superando el miedo a la muerte, al secuestro, como Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen. También, como haitianas, sentimos que es un deber vivir y morir en la lucha para ayudar a la gente en el momento en que más nos necesiten. El objetivo principal de nuestras misiones es anunciar a Jesucristo¡±, añadió.

Misión de las hermanas en Clínica Saint Esprit, Haití
Misión de las hermanas en Clínica Saint Esprit, Haití

Ofrecer lo poco que se tiene

Siguiendo el ejemplo de Jesús, la hermana María Marthe busca vivir su misión como una multiplicación continua de amor y cuidado. Su servicio se realiza en centros de salud y de educación, donde brinda atención a los enfermos y desarrolla actividades de prevención. Con la Clínica Saint Esprit, ofrece ¡°atención pediátrica, consulta externa para todo tipo de población, incluyendo mujeres embarazadas, consulta prenatal y perinatal, atención pediátrica y un programa de nutrición para los niños¡±. Actualmente, no disponen de comida suficiente para sostener el programa, pero atienden a 125 niños. También realizan campañas de vacunación, atención a personas diabéticas, hipertensas, terapia de rehabilitación, y ayudan a quienes necesitan silla de ruedas o caminadores, facilitando el socorro a personas con discapacidad física y contribuyendo al mantenimiento del programa de rehabilitación.

Al respecto, la hermana María Marthe afirmó: ¡°contamos con otro centro pediátrico enfocado en la atención a la niñez, su crecimiento y desarrollo. Además, gestionamos una escuelita maternal y programas de becas educativas que permiten a niños de bajos recursos acceder a la escuela¡±. Asimismo, las hermanas prestan su servicio en ¡°La escuelita de Marie Poussepin¡±, donde se enseña a los pequeños no solo a leer y escribir, sino también a valorar la vida, la dignidad y la paz. La hermana María Marthe destaca que: ¡°en la educación de los niños en la etapa maternal, les enseñamos el valor de la vida a través de juegos y actividades didácticas. También buscamos motivar a las familias a vivir los valores que modifican la atracción por la violencia, fomentando el respeto a la vida y promoviendo una cultura de cuidado¡±. La atención médica, la educación, el acompañamiento a las familias y la presencia constante en medio del dolor representan esa doble acción de la misión: ofrecer lo poco que se tiene con la confianza de que Dios lo convertirá en mucho.

La vocación en medio del peligro

La hermana María Marthe comparte cómo, después de discernir, dejó todo para volver a su patria y servir a su pueblo. Aunque enfrentó el miedo y la inseguridad, confiesa: ¡°con la oración y el apoyo de mi comunidad, estoy en la misión y hasta ahora nada me ha pasado¡±. En su corazón, vive la certeza de que su ofrenda, por pequeña que parezca, continúa multiplicándose.

La esperanza se multiplica

La historia de la hermana María Marthe es una prueba concreta de que, como en la multiplicación de los panes, Dios puede tomar nuestras ofrendas simples y convertirlas en milagros de amor. La misión de las religiosas en Haití es sin duda un signo tangible del Reino que Jesús anunció: donde hay amor, Él puede hacer mucho, porque la verdadera multiplicación proviene de la confianza en Él y su gracia que sana y salva.

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14 julio 2025, 12:37