RD Congo, matanza en una iglesia católica en Komanda
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
Un ataque brutal en una iglesia en el este de Congo llevado a cabo por rebeldes apoyados por el Estado Islámico. Alrededor de la una de la madrugada, miembros de las ADF irrumpieron en el lugar, en Komanda, matando a unas cuarenta personas.
A golpes de machete y armas de fuego
Una estación de radio respaldada por las Naciones Unidas habló de cuarenta y tres víctimas, citando fuentes de seguridad. Afirmó que los atacantes provenían de una fortaleza a unos doce kilómetros del centro de Komanda y huyeron antes de la llegada de las fuerzas de seguridad. También se quemaron varias casas y tiendas.
Mientras continúa la búsqueda de muertos y heridos involucrados en el atentado, el teniente Jules Ngongo, portavoz del Ejército de la República Democrática del Congo en Ituri, informa a la agencia AP sobre una incursión de hombres armados con machetes y armas de fuego.
El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, en una publicación en X, condena el brutal episodio:
El último ataque homicida contra civiles
Las ADF operan en la zona fronteriza entre Uganda y Congo y han llevado a cabo ataques regulares contra la población civil, siendo responsables del asesinato de miles de personas. Hace dos semanas, mataron a 66 personas en el área de Irumu. El líder Jamil Mukulu, cristiano convertido al Islam, huyó a Kenia; llegó Yusuf Kabanda, quien se unió a un grupo rebelde ugandés laico, el Ejército Nacional para la Liberación de Uganda-Nalu.
El enemigo común es el presidente ugandés Yoweri Museveni. Después de la pérdida, en 2000, del aliado Nalu, el grupo se radicalizó y se volvió cada vez más agresivo contra las poblaciones locales. Se recuerda, entre otros, el ataque a principios del año pasado en Baeti, también en la parte oriental del país, donde al menos ocho personas fueron asesinadas, cinco de ellas mientras rezaban.
Los autores fueron, una vez más, los rebeldes de la ADF afiliados al ISIS; en esa ocasión, más de treinta personas fueron tomadas como rehenes por los atacantes, quienes irrumpieron en varios pueblos cercanos.
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