Más de 1.500 voluntarios de la UC inician su misión de invierno en Chile
Sor Elaine Castro Matheuz - Ciudad del Vaticano
El envío de los misioneros estuvo marcado por la celebración eucaristía en la Iglesia del Sagrado Corazón del campus San Joaquín, presidida por el Pbro. Osvaldo Fernández de Castro, Vice Gran Canciller de la Universidad Católica (UC). En ese momento, los jóvenes fueron motivados a entregarse con generosidad, recordando que “el Señor nos está enviando a cada uno de nosotros” y que “Jesucristo es la esperanza”.
Por su parte, el Pbro. Jorge Merino, Capellán Mayor UC, expresó: “Ustedes nos devuelven la esperanza de que sí vale la pena darse a los demás”. Además, señaló que la peregrinación de estos jóvenes no solo es una celebración para ellos, sino también para toda la comunidad universitaria: “Es una fiesta para nuestra universidad, que tantos jóvenes quieran darse a los demás”. La información fue compartida por la Vicerrectoría de Comunicaciones y Extensión Cultural de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Un compromiso en comunidad para iluminar realidades
La iniciativa, integrada por proyectos como Misión de Vida, Trabajo País, Siembra UC y Coro Misión País, busca no solo brindar ayuda concreta, sino también fomentar la reflexión, la colaboración y la fe. Coordinados por equipos de estudiantes de la propia universidad, cada grupo partió con mochilas, materiales de construcción y herramientas, con el objetivo de colaborar en la creación de espacios de encuentro y fomentar la presencia visible de una Iglesia viva.
Cristóbal Peirano y Blanca Ruiz-Tagle, responsables de Trabajo País, invitaron a los voluntarios a ser “testimonio vivo de esperanza, de alegría genuina y del regalo que nos da Dios de poder servir a los demás”. Mientras tanto, Misión de Vida desplegará su labor en distintas localidades de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, ofreciendo orientación espiritual y asistencia para enfrentar las urgencias de cada comunidad.
Música y evangelización
El Coro Misión País, con su canto, ofrecerá momentos de oración y reflexión, ayudando a acercar a las comunidades a Cristo a través de la música. María Gracia Necochea y José María Correa resaltaron que “el poder de dar a Cristo a través de la música” es fundamental en esta misión.
Asimismo, jóvenes escolares de diversos colegios, quienes participan a través de Siembra UC durante dos fines de semana en julio y agosto, continuarán fortaleciendo el vínculo entre estudiantes de diferentes niveles y la misión de servicio y evangelización.
Una esperanza renovada en cada encuentro
Los voluntarios se comprometen a dar lo mejor de sí mismos en estos días, siguiendo la invitación a vivir una experiencia de encuentro auténtico con Cristo y con las comunidades que visitarán. Como afirmó Felipe Mena y Clara Mardonez, coordinadores de Misión de Vida, “la única manera para poder iluminar la indiferencia, la desesperanza y la oscuridad, es con la luz de Cristo”.
Con un espíritu de servicio y comunidad, estos jóvenes no solo llevan un mensaje de esperanza, sino que también inyectan vida y calor a las comunidades chilenas, confiados en que “cada uno de nosotros” puede ser instrumento de la esperanza y transformador de realidades.
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