Un faro de esperanza para los ni?os con VIH/SIDA en India
Sor Margaret Sunita Minj, SCSC – Ciudad del Vaticano
El viaje de la Snehdeep Holy Cross Residential School inició en mayo del 2014, cuando sor Britto Madassery, enfermera cualificada y fundadora de la escuela, junto a sus hermanas, asistió a las duras realidades afrontadas por los niños que viven con el VIH/SIDA. Durante las visitas familiares, se dieron cuenta de que muchos de estos niños no iban a la escuela debido a la estigmatización, las dificultades financieras o problemas de salud. El hecho aún más preocupante era que los tutores a menudo eran indiferentes a su bienestar y los abandonos escolares debido a motivos médicos eran comunes. Una historia conmovió profundamente a sor Britto: un chico abandonado por sus padres que habían emigrado al extranjero para huir del estigma social. A continuación, fue encerrado en prisión, no por un crimen, sino simplemente para impedirle difundir la enfermedad. “También las personas infectadas de VIH tienen una vida. ¿Quién soy yo por ponerles en discusión y rechazarlos?”, reflexionaba. Otra vez, tuvo una visión de Madre Teresa, que le dijo: “He venido a saludarte. Ahora, toma en tus manos mi trabajo”. Estos fuertes momentos llevaron a sor Britto a dedicar su vida a esta causa.
Decidida a actuar, el 9 de julio de 2014 las hermanas tuvieron una sesión de consulta para padres y niños seropositivos, conducida en conjunto por el Consejo del Proyecto Educativo del Estado de Jharkhand (JEPC) y del Centro de Cuidado de la comunidad de la Santa Cruz de Snehdeep. Dos meses después, el 23 de septiembre de 2014, fue fundado el Snehdeep Holy Cross Residential School en dos pequeñas salas de la St. Michael's Hearing-Impaired School de Hazaribagh. Al principio había solo dos profesores: un consultor, un profesor de juegos, un cocinero, un guardia y un director.
Construir de cero
Con el aumento del número de niños, la escuela ha tenido que cambiar sede seis o siete veces antes de establecerse en Banahappa en 2017. Sin embargo, el viaje no ha estado privado de dificultades. Muchos – incluidos religiosos – miraban de arriba abajo a sor Britto, y algunos se negaban incluso a dejarla entrar en sus salas, llamándola la “Hermana del SIDA”. “¡Una de mis amigas dijo que no me permitiría entrar en su habitación! Decían: ‘mira, la hermana del SIDA está viniendo a pedir comida’”, ha recordado sor Britto. Conseguir el terreno ha sido otro gran desafío, ya que los funcionarios gubernamentales habían rechazado la iniciativa, afirmando que estos niños eran “inútiles” para la sociedad. Pero la perseverancia ha dado sus frutos. Un Swami hindú, observando los esfuerzos incansables de sor Britto, decidió financiar el terreno para la escuela. Un ulterior apoyo llegó por parte del padre Crotty, un jesuita australiano que ha contribuido a financiar el albergue, y Manos Unidas, que ha contribuido a la construcción de la escuela. La Organización Nacional para el Control del SIDA (NACO) intervino para cubrir los gastos médicos, mientras que el gobierno indio asumió la responsabilidad de los sueldos del personal, de la comida y de los uniformes. CRS también ha brindado asistencia médica. “Cuando hacemos el trabajo de Dios, Él cuida de nuestras necesidades”, dice a menudo sor Britto.
Educación y un futuro más allá del estigma
Snehdeep Holy Cross Residential School ofrece oportunidades de desarrollo holístico a los niños que viven con VIH/SIDA y a aquellos cuyos padres están infectados con VIH. Más allá de la educación, la escuela garantiza que los niños reciban una adecuada asistencia sanitaria, una formación profesional y la formación del carácter. La educación nutre los talentos de cada niño, ya sean escolares, artísticos, en jardinería o deporte, y les ayuda a alcanzar su pleno potencial. La escuela ofrece educación hasta octavo grado, pero se están realizando esfuerzos para ampliarla a décimo grado. “Me complace informarles que nuestra escuela pronto llegará al décimo grado. Se están realizando los trámites necesarios para ello. Después del octavo grado, nuestros estudiantes asisten a la escuela pública cercana y completan sus estudios", compartió sor Britto.
Un reconocimiento merecido
En septiembre de 2024, sor Britto fue galardonada con el premio “Sostenibilidad de la misión y del ministerio” en el 81ª Asamblea General Anual (AGBM) en el St. John's Medical College, Bangalore, por su dedicación a la educación y a la mejora de los niños afectados por el VIH/SIDA. También los medios de comunicación de Hazaribagh han reconocido su trabajo, evidenciando posteriormente el impacto de su misión. Sor Britto pertenece a la Congregación de las Hermanas de la Misericordia de la Santa Cruz, una congregación religiosa presente en India desde 1894. Su misión permanece firme: “Impulsadas por el amor compasivo del Señor, desafiadas por las exigencias del tiempo y como partícipes del misterio de la muerte y resurrección de Cristo, nos comprometemos a proclamar la Buena Noticia y a luchar por la creación de una nueva sociedad de individuos, familias y comunidades sanas, en particular por los menos privilegiados”.
La Snehdeep Holy Cross Residential School, gestionada por las Hermanas, es un testimonio de lo que se puede realizar cuando la compasión encuentra la acción.
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