Obispos invitan a una Jornada de Oraci¨®n por Colombia: "No a la violencia"
Ciudad del Vaticano
Los obispos colombianos preocupados por la situación de agitación social que se está presentando en diversas ciudades del país, convocaron una Jornada de Oración, este viernes 7 de mayo, en todas las parroquias del país para que se detenga la violencia, las agresiones, el abuso de la fuerza y la muerte, mientras recuerdan que si bien la protesta pacífica es un derecho, se debe ejercer en el respeto de las disposiciones establecidas ante la grave emergencia sanitaria que vive el país a causa de la pandemia de Covid-19.
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa en su postura ante las protestas que desde el primero de mayo se han desencadenado en todo el país. Si bien reconocen el derecho a la protesta como alternativa para obtener reivindicaciones sociales, rechazan el uso de la violencia y el irrespeto de las normas de seguridad sanitaria fundamentales en este momento de emergencia pandémica.
¡°Rechazamos decididamente, sea cual fuere su proveniencia, las violaciones a los derechos humanos, los actos de violencia vandálica, los bloqueos a la movilidad y al abastecimiento de alimentos, la desaparición de personas, los atentados contra la integridad física de cualquier persona, los destrozos causados a los bienes públicos y privados¡±, puntualiza la CEC.
Lo que comenzó como manifestaciones pacíficas en contra de un proyecto de reforma tributaria y otras políticas del gobierno, se ha trasformado en protestas violentas, plagadas de hechos vandálicos y un uso excesivo de las fuerzas de seguridad que tratan de reprimirlas. Al menos 25 personas han muerto, centenares han resultado heridas y unas 80 desaparecidas durante los enfrentamientos entre manifestantes y funcionarios de seguridad, en los siete días que lleva la protesta en las principales ciudades del país. A pesar del retiro del proyecto de ley por parte del gobierno y el agravamiento de la emergencia Covid-19, la fuerte represión, las manifestaciones no dan señales de detenerse.
¡°Hacemos este llamado urgente y clamoroso: ¡Que se detenga, por el bien de todos, la espiral de violencia y el círculo de muerte que se están impulsando! Es momento de emprender juntos la tarea de generar un modelo de desarrollo humano integral¡±, claman los obispos.
Igualmente, los obispos reafirman que la violencia, el vandalismo, las agresiones, el abuso de la fuerza y el caos social ¡°no solucionan nada, pues sólo traen consigo sufrimiento y muerte¡±, además de deslegitimar y hacer cuestionable cualquier protesta social. Manifiestan también su ¡°profundo dolor¡± por las muertes, los heridos y los enfermos que no han podido contar con la atención médica.
La CEC reitera la ¡°imperante¡± necesidad de avanzar hacia la reconciliación nacional y hacia la paz y unidos al Papa Francisco, enfatizan la necesidad urgente de abrir los canales para el diálogo social, para afrontar la compleja situación
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