El Salvador. Escobar: No todo est¨¢ perdido, no nos cansemos de orar
Alina Tufani - Vatican News
¡°Cientos de millares de familias sufren la enfermedad o la muerte de uno o varios de sus miembros. La grave afección económica la están sufriendo prácticamente todas las personas del globo terrestre. Es un estado de emergencia mundial¡±. Un panorama que para el Arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, forma parte de un momento histórico particular, que será contado a las próximas generaciones, pero que también está cargado de fe y esperanza.
¡°Quiero decirles que no todo está perdido¡± escribe el prelado en hace un recorrido por las nefastas consecuencias de la emergencia sanitaria y económica causada por la pandemia de Covid -19. No sólo las muertes de millares de personas, sino las condiciones de descontrol o desesperación, de depresión y violencia causadas por el aislamiento social, por la incapacidad de manejar la crisis sanitaria, por la imposibilidad de trabajar, por las disputas políticas.
¡°Nuestro país no es la excepción, afrontamos una situación muy difícil a nivel personal, familiar y social. Nuestras autoridades no se ponen de acuerdo y su ataque mutuo es muy preocupante y cada vez más agresivo, en vez de unirse para atender la emergencia. Se suma a este panorama sombrío, confuso y violento, el ataque del virus que cada vez cobra mayor número de enfermos y víctimas mortales¡±, advierte monseñor Escobar.
No obstante, el mensaje también recuerda que ¡°un cristiano de fe, nunca pierde la esperanza¡±, por el contrario, mientras la situación es más difícil y peligrosa es más fuerte su confianza en Dios y más intensa su oración. ¡°Es en la situación crítica ¨C subraya el arzobispo salvadoreño - cuando la persona de fe verdaderamente se encuentra con Dios y habla con Él, cuando cambia todo para bien, mejora su vida personal, se transforma, cambia la vida de su familia, porque Dios está presente¡±.
A afirmar que del ¡°buen trato mutuo¡± nacen milagros, las familias son bendecidas y la sociedad se vuelve más justa y respetuosa de la persona humana, monseñor Escobar concluye su misiva con una invitación a orar incansablemente. ¡°Dios quiera que verdaderamente nos encontremos con Él, en este momento de prueba y se transfiguren nuestras vidas, imitando a Cristo, que se transfiguren nuestras familias y nuestra sociedad, concluye.
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